El calentamiendo de los océanos y la sobrepesca están provocando cambios en el ecosistema marino que aumentan los niveles de mercurio en los peces, según un estudio liderado por la Universidad Harvard. Las altas concentraciones de este metal tóxico producen, entre otras cosas, neurotoxicidad y trastornos en el desarrollo de los fetos.

El mercurio es un elemento tóxico que existe de forma natural en planeta, pero sus niveles se han disparado en los últimos años debido a vertidos procedentes de la quema del carbón para la producción de electricidad, incineración de residuos o su uso en la minería artesanal de oro.

Este elemento, que ha sido relacionado con neurotoxicidad y trastornos en el desarrollo fetal, puede llegar a los humanos a través del pescado en su forma más peligrosa, el metilmercurio.

Aunque las estrategias para reducir las emisiones han tenido éxito a nivel internacional, un nuevo estudio liderado por la Universidad Harvard en Estados Unidos alerta de que el calentamiento de los océanos y la sobrepesca están produciendo un aumento de la concentración de esta neurotoxina.

“Las emisiones de mercurio se han estabilizado en los últimos años,  pero en este estudio demostramos que otros factores, como la temperatura del agua de mar y los cambios en la estructura de la cadena alimentaria, también influyen en los niveles del tóxico en el pescado”, comenta a Sinc Amina Schartup, investigadora de la universidad estadounidense y una de las autoras principales del trabajo.

En el estudio, que se publica en el último número de la revista Nature, se utilizaron más de 30 años de datos sobre las concentraciones de mercurio en el ecosistema del golfo de Maine, en el noroeste del océano Atlántico. Los resultados revelaron un aumento hasta de un 23 % en los niveles del tóxico entre los años 1970 y 2000.