ELGRAFICODELSUR.COM.-  Es una realidad insoslayable, que a partir de las reflexiones filosóficas externadas por Platón y su discípulo Aristóteles, en su obra “Ética a Nicómaco” sobre el fenómeno de la desviación social del individuo, éste ha sido uno de los temas de mayor discusión y estudio desde todas las perspectivas posibles en la historia de la humanidad. Como por ejemplo, la Religiosa, la Biogenética, Psicológico, Psicosociológico, Sociológico, Etc.

Sin embargo, es a partir del debate generado frente a las disímiles visiones Antropológicas de Thomas Hobbes y Jean Jaques Rousseaudesde donde se desprenden los cimientos para la creación de las diferentes escuelas sociológicas del Derecho, las cuales han tratado de definir las causas que motivan o impulsan al individuo a la comisión de un crimen o delito. Entre ellas, la escuela Clásica de Beccaria, Bentham y Von Feuerbach. La positivista italiana de Lombroso, Ferri y Garofalo. La escuela Antropológica y Sociológica. La Socialista de Marx, la Sociológica Americana y la famosa escuela de Chicago.

La Criminalidad del Siglo XXI.

Nadie puede negar que uno de los problemas medulares de todas las sociedades del mundo, hoy lo constituye el auge vertiginoso, organizado y tecnificado de la criminalidad. Y por ello; vemos a diario como la sociedad se consterna ante todos los sucesos acaecidos de esta naturaleza, muchos de los cuales; parecerían propios de una película de ciencia ficción. Sin embargo, vemos con inquietud, preocupación y heterodoxia como Legisladores, Comunicadores, Políticos y personalidades influyentes en la sociedad civil, apelan al aumento de las penas para controlar la delincuencia, es como si dijéramos entonces; que debemos bañarnos con un agua caliente a 100 °C, para poder curar la fiebre.

Quienes apelan a los postulados de manos dura, son ignorantes jurídicos y sociológicos o en su defecto “Abogados de Secano”, pues desconocen por completo que la esencia fundamental del nacimiento del Derecho Penal, fue para regular precisamente la represión anómala, inquisitiva, primitiva y criminal por parte de los Estados en contra de los ciudadanos, evocando precisamente el discurso del imperio de la paz social. Así mismo también, olvidamos o queremos olvidar, que la delincuencia es un problema multifactorial en la cual convergen elementos tangibles e intangibles; los cuales gravitan tanto en la psicología del delincuente, como del delito mismo.

Con el agravante, de que vivimos poniendo en manos de veterinarios la construcción de una casa. Y me atrevo hacer esta aseveración tan categórica, porque para nadie es un secreto que muchos de nuestros Legisladores, se pronuncian sobre la criminalidad, y no tienen ni la noción de lo que están haciendo, y se embarcan, en dar una respuesta mediática y demagógica al populacho que ante su frustración vive reclamando respuestas inmediatas. 

¿Porque la Criminalidad es tan Alta en el País?

El discurso del endurecimiento de las penas y la guardia en las calles, es la muestra inequívoca de la ausencia de políticas públicas y una falla total en la prevención del delito, que es la fuente fundamental de la paz social. Y cual si fuera poco, también tenemos una fábrica de delincuentes mercadeada de las siguientes maneras. Por ejemplo, ya es muy normal en el país ver a cualquier individuo que nació en los extractos sociales más deprimentes, y de un momento a otro puede presentar inconmensurables fortunas. Incluso, llegar a convertirse en un gran empresario e impoluto de la sociedad, sin sacarse el Loto y sin haber heredado ni quiera educación. ¿Quiero que me digan si esto no motiva a también delinquir? 

Así mismo, la falta de empleos que puedan crear por lo menos calidad de vida, la inseguridad jurídica, en la que prevalece al día de hoy una gran influencia económica en la toma de decisiones judiciales. La Anomia social y familiar definida por “Émile Durkheim” más que nada. La Asociación Diferencial expuesta por “Sutherland” en nuestras cárceles. Y la Sub-cultura de “Wolfgang y Ferracuti” que es el pan de cada día en nuestros barrios marginados. Esas son las fuentes fundamentales del auge de la criminalidad, pero esto a nadie le interesa, ni le importa, ¡Además da pena!  pero también hay que decirlo, para nadie es un secreto que hay individuos en nuestra sociedad que hacen fortuna, con la desgracia de todos nosotros. 

Empero, sin ninguna duda, el factor más determinante en el auge de la criminalidad de estos tiempos, lo representa el colchón que en los últimos 30 años han encontrado los delincuentes en el aparato represivo, llamados a enfrentar todo tipo de flagelo. Empero, lo que prevalece es la complicidad, la permisibilidad y muchas veces; el patrocinio de la impunidad por parte de las autoridades encargadas de la persecución penal y jurisdiccional. A modo de conclusión queda decir que, cada familia que se duerme, es el despertar de uno o de varios delincuentes, cada fallo judicial económico, es la pobreza de la sociedad, cada acto de complicidad de las autoridades, representa la separación de nuestra confianza en el país. Y mientras menos recursos invirtamos en la educación profesional e intelectual de nuestros estudiantes de hoy, son los recursos que usaremos para perseguir a nuestros delincuentes del mañana.

Autor: Lic. Manuel Cruz (M.Sc.)

Politólogo, Abogado & Especialista en Geopolítica