Programada para su lanzamiento al espacio en 2025, la sonda espacial IMAP (Interstellar Mapping and Acceleration Probe) de la NASA observará y cartografiará la heliosfera del Sol (el volumen de espacio lleno de partículas que salen del Sol, lo que se conoce como viento solar) y estudiará cómo interactúa con el vecindario de nuestro sistema solar. La frontera de la heliosfera es una barrera que nos protege contra la radiación más perjudicial del espacio interestelar. De hecho, esta barrera probablemente contribuyó de manera importante a hacer habitable la Tierra. Conocer bien su efecto protector en el espacio interplanetario ayudará a preparar las medidas de seguridad para los futuros viajes tripulados a la Luna y a Marte.

 

El proyecto IMAP sigue avanzando y una novedad reciente es que, mediante un acuerdo entre la NASA y la Agencia Espacial Británica, se ha decidido que el Imperial College de Londres (ICL) en el Reino Unido diseñe y construya uno de los diez instrumentos de la nave (un magnetómetro llamado MAG), además de proporcionar el apoyo en tierra y el personal necesario para asegurar el funcionamiento del instrumento y maximizar su aprovechamiento por el equipo científico de la IMAP.

 

La heliosfera fue descubierta a finales de la década de 1950, y aún quedan muchas preguntas sobre ella pendientes de respuesta.

 

A medida que se investiga la heliosfera, mejor se conoce cómo reduce la exposición de los astronautas y de las naves espaciales a la radiación dañina procedente de fuera del sistema solar y, de forma más general, cómo las estrellas pueden influir en sus planetas cercanos.