La activación incompleta del desarrollo embrionario por el espermatozoide durante la fecundación del óvulo puede tener consecuencias más peligrosas que un simple fracaso de la fecundación.

Según un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Pekín, publicado en la revista Reproductive Biomedicine Online, la técnica de inyección intracitoplasmática (ICSI) -del espermatozoide en el óvulo- puede provocar problemas de desarrollo en los embriones. El estudio analiza un grupo de 50 pacientes cuyos espermatozoides o no llegan a fecundar los óvulos o causan la formación de embriones defectuosos tras su inyección en el óvulo.

Estas observaciones sólo se pueden explicar por una deficiencia epigenética de los espermatozoides, según otro estudio publicado recientemente por un grupo de investigadores de Granada (España), liderado por el doctor Jan Tesarik. Se trataría de espermatozoides genéticamente normales pero incapaces de activar los mecanismos intracelulares responsables del inicio del desarrollo embrionario después de la ICSI. El estudio publicado por el grupo granadino señala una mayor frecuencia en la transmisión de enfermedades epigenéticas graves a la descendencia en los embarazos logrados con técnicas de reproducción asistida.

Los doctores chinos han estudiado un grupo de 50 pacientes cuyos espermatozoides o no llegaron a fecundar los óvulos o causaron la formación de embriones defectuosos después una inyección intracitoplasmática (ICSI) en óvulos de sus parejas en tratamientos anteriores. Después haber obtenido estos resultados adversos, los doctores planificaron una nueva tentativa en la cual dividieron los óvulos disponibles para cada una de las parejas en dos grupos idénticos. Los óvulos de un grupo fueron tratados por una ICSI convencional, mientras que los del otro grupo recibieron un tratamiento específico, desarrollado por el doctor Tesarik hace 24 años para mejorar la tasa de fecundación en casos de espermatozoides deficientes.