Una investigación ha examinado la cuestión de si fijarnos en la vida metas a alcanzar puede hacer que vivamos más tiempo.

 

Cada vez más investigaciones sugieren que sentir que se tiene una misión en la vida ayuda a proteger la salud, incluyendo el disfrutar de un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y de deterioro cognitivo.

 

Ahora, el nuevo estudio realizado por el equipo de Koichiro Shiba, de la Escuela de Salud Pública en la Universidad de Boston, Estados Unidos, ha conducido al hallazgo de que las personas con mayores niveles de ese convencimiento de que deben llegar a unas metas determinadas tienden a tener un menor riesgo de muerte por cualquier causa, y que esta asociación se mantiene con independencia del género de la persona y de su etnia.

 

El equipo de Shiba evaluó la intensidad de la aspiración a lograr unos objetivos en la vida en cada una de más de 13.000 personas de 50 o más años de edad, analizó otros parámetros psicológicos y examinó el riesgo de mortalidad que la persona tuvo durante un periodo de unos 8 años.

 

Los resultados del estudio han revelado una tendencia clara: las personas con mayores aspiraciones en la vida tenían el riesgo de muerte más bajo (15,2% de riesgo de mortalidad), en comparación con las personas con menos aspiraciones (36,5% de riesgo de mortalidad).