Un reciente hallazgo abre las puertas a una revolución en el estudio de la evolución, después de que un equipo internacional que trabaja en Dmanisi (Georgia) haya obtenido datos genéticos de un diente de rinoceronte de 1,7 millones de años, siendo los más antiguos identificados hasta el momento. Se trata de un conjunto de proteínas completo, un proteoma, identificado en el esmalte dental de dicho animal y la información genética hallada es un millón de años más vieja que el ADN más antiguo secuenciado de un caballo de una cronología de 700.000 años.

Así se da a conocer en un artículo que publica hoy la revista Nature, que tiene como firmantes principales científicos de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y del Saint John’s College de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), y en la que colaboran Bienvenido Martínez-Navarro y Jordi Agustí de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) perteneciente al Instituto Catalán de Paleocología Humana (IPHES) y Evolución Social (España).

 

El hallazgo supone un importante avance en el campo de los estudios biomoleculares en restos fósiles antiguos y podrían resolver algunos de los mayores misterios de la biología animal y humana, permitiendo a los científicos reconstruir con precisión la evolución a lo largo del tiempo, y ahora desde más antiguo.

 

En los últimos 20 años el ADN antiguo se ha utilizado para abordar diferentes cuestiones sobre la evolución de especies extinguidas, la adaptación y la migración humana, pero tiene limitaciones.

 

La nueva información genética permitirá reconstruir la evolución molecular más allá del límite de tiempo habitual de la preservación del ADN, con lo cual, el análisis de proteínas antiguas del esmalte dental comienza un emocionante nuevo capítulo en el análisis de la evolución molecular, según han expresado científicos participantes en el estudio.