Unos investigadores han encontrado un mecanismo celular y molecular que puede ayudar a inducir una angiogénesis productiva y sostenible en los tejidos que han experimentado una reducción del riego sanguíneo -isquémicos-.

Hasta ahora, los tratamientos dirigidos a la regeneración tisular basados en la administración de factores de crecimiento vascular no han logrado inducir una angiogénesis -el proceso por el que los organismos producen vasos sanguíneos nuevos- efectiva.

Los resultados del nuevo estudio, obtenidos por el equipo de Rui Benedito, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en España, y que se publican en Nature Communications, sugieren que este nuevo mecanismo identificado debe considerarse para lograr una modulación terapéutica óptima de la angiogénesis en situaciones de enfermedad cardiovascular.

Al igual que las carreteras y autopistas que conectan las ciudades, los vasos sanguíneos tienen un papel fundamental en el desarrollo y la función de los tejidos. La inhibición del crecimiento de vasos sanguíneos es un objetivo terapéutico importante en el cáncer, mientras que la inducción de la angiogénesis tiene el potencial de promover la formación de nuevos vasos y la regeneración de tejidos en enfermedades cardiovasculares.

Durante las últimas dos décadas, los científicos han identificado numerosos mecanismos moleculares pro y anti-angiogénicos que deben estar correctamente equilibrados para lograr el desarrollo adecuado de los vasos sanguíneos en cualquier tejido. Los factores de crecimiento endotelial vascular (VEGF), secretados por tejidos isquémicos o hipóxicos, promueven la angiogénesis al inducir la proliferación y migración vascular. Investigaciones anteriores realizadas por el grupo de Rui Benedito demostraron que las células de los vasos sanguíneos se resisten y se oponen a estas señales mitogénicas externas a través de un mecanismo de señalización intercelular receptor-ligando llamado Notch.