En el mundo cuántico, los electrones pueden agruparse para comportarse de formas fascinantes. El magnetismo es uno de estos comportamientos que vemos en nuestro día a día, al igual que el fenómeno más raro de la superconductividad. Curiosamente, estos dos comportamientos son a menudo antagonistas, lo que significa que la existencia de uno tiende a destruir la del otro.

En la actualidad, los esfuerzos de muchos investigadores se centran en encontrar materiales donde estos dos estados cuánticos opuestos puedan coexistir artificialmente, ya que esto generaría un extraño estado llamado Yu-Shiba-Rusinov, el cual puede usarse para fabricar cúbits topológicos, que son la clave para los futuros ordenadores cuánticos.

Ahora, un trabajo liderado por investigadores del IFIMAC en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en España, con la colaboración de la Universidad Aalto (Finlandia), el CNRS (Francia) y el INL (Portugal), ha demostrado experimentalmente que el magnetismo y la superconductividad pueden coexistir en el grafeno.

Los investigadores, mediante un microscopio de efecto túnel, lograron visualizar por primera vez estados de Yu-Shiba-Rusinov en grafeno, abriendo un camino hacia cúbits topológicos basados en este material.

En palabras del investigador Iván Brihuega, que lidera el grupo de la UAM donde se han realizado los experimentos, “esos estados proporcionan un punto de partida para poder finalmente crear cúbits topológicos de grafeno, revelando el potencial del grafeno como plataforma para la computación cuántica topológica”.