Rufino Díaz no puede contener las lágrimas al recordar cómo supo que en el mismo año de su nacimiento también vino al mundo una prima que falleció siendo todavía pequeña. Una notificación de la organización de historia familiar FamilySearch sugirió la posibilidad de que un registro en la plataforma virtual de la institución correspondiera a una pariente de Díaz, quien indagó en su familia y confirmó la información.

Este hombre pudo conocer el acontecimiento familiar que hasta entonces ignoraba, gracias al portal web que dispone de miles de millones de registros de todo el mundo (incluyendo certificados de nacimiento, bautismo, matrimonio, divorcio y defunción, censos y registros migratorios) y que los pone a disposición del público general para su consulta gratuita en línea.

Los usuarios del sitio web (FamilySearch.org) y sus correspondientes aplicaciones móviles (Árbol Familiar y Recuerdos) pueden crear su árbol genealógico, compartir historias, publicar fotos y audios y conectarse con otros parientes.

Para Díaz, que funge como director de FamilySearch para el área del Caribe, la historia familiar va más allá de la genealogía; involucra sentimientos, tradiciones, acontecimientos y “las cosas que nos ayudan a conectar”.

“Más que la genealogía, la historia familiar es sumamente importante porque cuando yo tengo una percepción sobre de dónde vengo y quién soy es muy diferente a cuando simplemente existo, pero no sé nada de mi pasado”, dice Díaz, que ha podido rastrear hasta la novena generación de sus ancestros maternos, que llegaron a República Dominicana desde España a finales del siglo XIX, y que aún espera conocer más sobre sus antepasados paternos que llegaron al país desde Cuba.

 

Orígenes de la institución

FamilySearch International es una organización sin fines de lucro que busca “crear experiencias inspiradoras que conecten el pasado, el presente y futuro”, y crear “el árbol genealógico de la humanidad”, dice Miguel Bueno, gerente de Relaciones Institucionales para el Caribe.

Sus orígenes se remontan a 1894, cuando se funda la Sociedad Genealógica de Utah, cuyos miembros formaban parte de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La Iglesia se convirtió entonces en patrocinadora de la organización.

Con la revolución de la Internet, la Sociedad Genealógica de Utah se transforma en 1999 en FamilySearch y lanza su sitio web para poner a disposición del público en cualquier parte del mundo los documentos que venía microfilmando desde 1938. Ya no se trataba solo de preservar la historia, sino de difundirla a gran escala.

Bueno estima que la plataforma cuenta con más de siete mil millones de registros indexados e imágenes de todo el mundo… y contando.