Entre lágrimas fueron enterrados el mediodía de ayer martes los restos del piloto de 24 años, Kelvin Villanueva Garay, quien falleció el pasado sábado tras la caída del avión militar en Elías Piña.

Mientras su abuela gritaba su nombre, los demás miembros de la familia agradecieron a la Fuerza Aérea todo lo que hicieron con Kelvin, quien era primer teniente.

“Agradezco todo lo que ustedes hicieron por mi hijo, no tengo palabras para agradecerles”, expresó su padre, Elvin Villanueva, mientras abrazaba a toda su familia.

Kelvin ingresó a la Fuerza Aérea en 2010 y debido a su honrado desempeño le fueron asignando varias funciones y responsabilidades.

“Era todo lo que se podía pedir en un compañero de armas, era una tremenda persona y siempre trabajador, le gustaba ayudar a los demás. Un piloto nunca muere, solo vuela más alto”, era lo que decía entre notable tristeza Anibal Baéz Alcántara, compañero piloto de Villanueva.

Sus compañeros clavaron sus insignias de aviador en forma de alas en el ataúd mientras también derramaban lágrimas.

Los sueños de Kelvin de ser un aviador no pararon en el país ya que gracias a su determinación fue enviado por el cuerpo militar a terminar sus estudios a la Fuerza Aérea Argentina, desde donde mandaron una carta expresando su sentir sobre la partida a destiempo de su compañero de promoción.

“Hoy Kelvin pasa a la patrulla eterna de la República Dominicana. Él siempre fue un joven lleno de vida que nunca se rindió para conseguir su sueño, además de que fue un gran compañero. A sus padres un abrazo a la distancia y le pedimos a Dios para que les otorgue fortaleza, atentamente la promocion número 84 de la Fuerza Aérea Argentina”, dice el documento leído por uno de sus compañeros.

Al tiempo que sus compañeros de clases en el país tomaban la palabra, cuatro aviones de la Fuerza Aérea realizaban la maniobra de “Ala Pérdida” sobre el cementerio. Esta movida consiste en que uno de los aviones se eleva mucho más alto que los otros tres, significando la partida de uno de sus compañeros, en este caso la de Kelvin.

En el final de la ceremonia, la familia despidió a los miembros de la prensa y a algunos de los militares, para poder tener un momento a solas, no sin antes agradecer a todos los presentes con el poco aliento que les quedaba.

Villanueva falleció el pasado sábado cuando un avión de la Fuerza Aérea cayó en una finca de un poblado de Elías Piña, alrededor del mediodía, mientras realizaba una misión rutinaria de vigilancia en la frontera.

En el percance resultó herido el segundo teniente Ángel Amauri Félix Victoriano, quien fue atendido en el hospital de Elías Piña y trasladado al Hospital Ramón de Lara en la base aérea de San Isidro, donde actualmente se encuentra bajo observación.

En la comunidad
Embargados por el dolor se encuentran los vecinos del Residencial Isabel II, del sector Villa Faro, Santo Domingo Este, ante la inesperada y trágica muerte del primer teniente piloto, que ha llenado de luto a una comunidad que lo vio crecer.

Desde la noche del domingo perduran hileras de velones encendidos y colocados por amigos y vecinos, en el parque de Isabel II, frente al asiento de metal donde solía compartir con sus amistades, y cuyo decorado forman las letras K y V, en honor a su nombre.