El singular robot volador Ingenuity ha “telefoneado a casa” para decir que está bien, desde su actual ubicación, todavía sujeto en la “panza” del Perseverance, el otro robot, mucho más grande, con el que descendió a la superficie de Marte en 18 de febrero.

Los controladores de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en el sur de California, han recibido el primer informe de estado del Ingenuity. El mensaje, que ha llegado mediante una conexión a través de la sonda espacial MRO (Mars Reconnaissance Orbiter), que está en órbita al Planeta Rojo desde 2006, indica que tanto el helicóptero (que permanecerá unido al rover entre 30 y 60 días) como su estación base (una caja eléctrica situada en el rover que almacena y gestiona las comunicaciones entre el helicóptero y la Tierra) están funcionando como se esperaba.

Con la comunicación recibida desde el Ingenuity, los responsables de la misión conocen ahora el estado de carga de las baterías del robot y tienen la confirmación de que su estación base está funcionando según lo previsto, ordenando a las “estufas” del Ingenuity que se enciendan o se apaguen para mantener la electrónica del helicóptero dentro del rango deseable de temperaturas, tal como explica Tim Canham, del equipo del Ingenuity.

Al igual que gran parte del helicóptero de 2 kilogramos, las seis baterías de iones de litio que lo energizan son relativamente convencionales y están disponibles en el mercado. Actualmente reciben recargas de la fuente de alimentación del rover. Una vez que el Ingenuity sea soltado en la superficie de Marte, las baterías del helicóptero se recargarán únicamente con su propio panel solar.

Los controladores de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en el sur de California, han recibido el primer informe de estado del Ingenuity. El mensaje, que ha llegado mediante una conexión a través de la sonda espacial MRO (Mars Reconnaissance Orbiter), que está en órbita al Planeta Rojo desde 2006, indica que tanto el helicóptero (que permanecerá unido al rover entre 30 y 60 días) como su estación base (una caja eléctrica situada en el rover que almacena y gestiona las comunicaciones entre el helicóptero y la Tierra) están funcionando como se esperaba.

Con la comunicación recibida desde el Ingenuity, los responsables de la misión conocen ahora el estado de carga de las baterías del robot y tienen la confirmación de que su estación base está funcionando según lo previsto, ordenando a las “estufas” del Ingenuity que se enciendan o se apaguen para mantener la electrónica del helicóptero dentro del rango deseable de temperaturas, tal como explica Tim Canham, del equipo del Ingenuity.

Al igual que gran parte del helicóptero de 2 kilogramos, las seis baterías de iones de litio que lo energizan son relativamente convencionales y están disponibles en el mercado. Actualmente reciben recargas de la fuente de alimentación del rover. Una vez que el Ingenuity sea soltado en la superficie de Marte, las baterías del helicóptero se recargarán únicamente con su propio panel solar.