En investigaciones anteriores, se concluyó que la contaminación del aire promueve dolencias cerebrales como la enfermedad de Alzheimer, la de Parkinson y también el derrame cerebral. En 2019, un estudio determinó que la contaminación del aire se relaciona con un mayor riesgo de padecer glaucoma, una enfermedad ocular que figura entre las causas más comunes de ceguera.

 

El mismo equipo que realizó ese estudio de 2019 ha presentado recientemente a través de la revista académica British Journal of Ophthalmology los resultados de un nuevo estudio, en este caso sobre la influencia de la contaminación del aire en el riesgo de sufrir degeneración macular relacionada con el envejecimiento, otra enfermedad ocular que está entre las causas más habituales de ceguera. De hecho, es la principal causa de ceguera irreversible entre las personas mayores de 50 años en los países de renta alta, y se prevé que el número de afectados alcance los 300 millones en 2040. Los factores de riesgo conocidos son la edad avanzada, el tabaquismo y la composición genética.

 

El equipo de Paul Foster, profesor en el Instituto de Oftalmología del University College de Londres (UCL) en el Reino Unido, ha comprobado que una mayor contaminación del aire está relacionada con un mayor riesgo de sufrir degeneración macular relacionada con el envejecimiento. Los investigadores constataron que los habitantes de las zonas más contaminadas tenían al menos un 8% más de probabilidades de padecer esa enfermedad ocular.

 

Los resultados del estudio sugieren que vivir en una zona con aire contaminado, en especial por materia particulada fina o por partículas derivadas de los motores de combustión del tráfico rodado, puede contribuir a minar la salud ocular y hacer más probable el desarrollo de degeneración macular relacionada con el envejecimiento.