Los pacientes con cáncer tienen un mayor riesgo de padecer hipertensión arterial, siendo la presión arterial alta el principal factor de riesgo modificable relacionado a eventos cardiovasculares adversos entre los pacientes oncológicos.

Así lo asegura la doctora Amparo Taveras, cardióloga ecocardiografista, al destacar que alrededor de 4 de cada 10 pacientes con cáncer padecen hipertensión y que tanto la hipertensión arterial como el cáncer representan condiciones crónicas severas de gran impacto sobre la salud pública global.

La especialista, coordinadora del Servicio de Cardio-Oncología de Cedimat y jefa del Departamento de Ecocardiografía Vespertino de la Asociación Instituto Dominicano de Cardiología, destaca que esa prevalencia se asocia a diferentes mecánicos, tanto relacionados a algunos tipos de tumores como a efectos secundarios de las terapias dirigidas a tratar el cáncer. A esto se suma, que el cáncer y la hipertensión arterial comparten otros factores de riesgos cardiovasculares como son la diabetes, obesidad, hipercolesterolemia, tabaquismo y sedentarismo, entre otros.

La doctora Taveras señala que el caso específico del tumor de células renales se ha reportado una prevalencia de hipertensión de hasta un 75%, otros tipos de cáncer como gástrico y ovárico también han sido relacionados con la aparición de hipertensión severa y que la quimioterapia representa un factor de riesgo independiente para el desarrollo de hipertensión debido a los efectos directos de muchos medicamentos.

Cambios en estilos de vida
Explica que el uso concomitante de fármacos como los antiinflamatorios utilizados para el dolor y la presencia misma de dolor agudo, podrían elevar temporalmente los niveles de tensión arterial y que la radioterapia, sobre todo abdominal también ha sido relacionada al desarrollo de hipertensión o descontrol de la hipertensión preexistente.

Destaca la necesidad de que en todos los pacientes con cáncer se recomienda realizar modificaciones del estilo de vida, especialmente dieta saludable, la realización de ejercicio sobre todo a base de caminatas, ya que se sabe que resulta seguro y beneficio incluso para mejorar la fatiga y otros síntomas relacionados a la quimioterapia.

Además, agrega, que se debe insistir en los controles estrictos de los factores de riesgo cardiovasculares preexistentes, ya que se debe tener en cuenta que los pacientes con cáncer tienen riesgo de desarrollar hipertensión arterial futura o descontrol de hipertensión preexistente.

De ahí la importancia de un adecuado abordaje pretratamiento oncológico que permita detectar aquellos pacientes que ya padecen hipertensión y así iniciar u optimizar el tratamiento antihipertensivo adecuado, proveer las recomendaciones sobre los cambios en el estilo de vida que favorezcan al paciente con una supervivencia victoriosa.