Llevan a cabo la primera prueba para el cultivo de órganos humanos dentro de cerdos. Así son los ‘embriones-quimera’

Era complicado, pero unos científicos han creado el primer híbrido de un humano y un cerdo en un laboratorio. Bautizado con el nombre de quimera —en alusión al monstruo mitológico que tenía la cabeza de un león, el busto de una cabra y la cola de una serpiente—, el hito pone la primera piedra para la meta que desean alcanzar: cultivar órganos humanos dentro de animales para su uso en trasplantes.

Aunque esa posibilidad todavía está lejos, el embrión resultante de este primer experimento —que se destruyó antes de que naciera— ha demostrado que se pueden combinar células de dos especies alejadas y distintas y que, en el futuro, el animal podría llegar a nacer con órganos funcionales humanos. Mientras, en un plazo de tiempo más corto, se espera usar estas técnicas para testar fármacos en órganos desarrollados en cerdos.

Se detalla que el logro es posible gracias a la combinación de técnicas con células madre y la edición genómica. En el experimento llevado a cabo, se inyectaron células madre humanas en embriones de cerdo en una etapa temprana para luego trasferir el embrión híbrido a cerdas y proceder a la gestación.

El embarazo se interrumpió a los 28 días, el tiempo que necesitaban los autores para comprender cómo se mezclan las células de ambas especies.

Hace una década, científicos ya consiguieron cultivar en ratones corazones, ojos y páncreas de ratas. Desde entonces se viene intentando inyectar células humanas en mamíferos grandes, pero los resultados fructíferos no se habían producido hasta ahora.

La complejidad del proceso reside en que los ritmos a los que se desarrollan las células embrionarias de las dos especies son completamente diferentes. La gestación humana dura alrededor de 280 días, mientras que la de los cerdos es de 122. Se necesita introducir las células humanas justo en la etapa correcta para que puedan sobrevivir.

“En este punto, queríamos saber la respuesta a la pregunta de si era posible. Ahora que sabemos que sí, nuestro próximo reto es mejorar la eficiencia y guiar a las células humanas para que formen un órgano particular dentro de los cerdos”, declara Juan Carlos Izpisúa, jefe de la investigación.

Para ese próximo paso, se requiere una mayor contribución humana en la que se desactiven genes específicos en los embriones de los cerdos, algo que reaviva importantes preocupaciones éticas. “La idea de que un animal nazca con células humanas hace surgir algunos sentimientos que necesitan ser abordados”, reconocía el propio autor.

Aunque aclaran que no observaron que la quimera tuviera rasgos humanos y que las células inyectadas se pueden manipular para que no contribuyan el desarrollo del cerebro, el hecho de cruzar dos especies levanta asperezas en la comunidad científica. Esto sin contar los debates sobre la moral de utilizar animales para nuestro propio beneficio.

El experimento, realizado en California y España, estuvo pagado por donaciones privadas. El Gobierno de Estados Unidos prohibió el año pasado la financiación de esta clase de investigaciones.