Australia abandonó su objetivo para vacunar a toda su población antes de fin de año, según anunció el primer ministro, Scott Morrison, en medio de críticas por su gestión en la administración de las dosis, que él achacó a «incertidumbres» como el bloqueo a la importación del fármaco.

«El gobierno no ha fijado ni tiene planes de fijar nuevos objetivos para completar las primeras dosis. Queremos que esas primeras dosis se administren antes de fin de año, pero no será posible fijar estos objetivos debido a las diversas incertidumbres existentes», dijo Morrison el domingo por la noche en su cuenta de Facebook.

Australia, que comenzó su campaña de vacunación el 21 de febrero, pretendía inicialmente inmunizar a sus 25 millones de habitantes para finales de octubre.

Sin embargo solo ha inoculado alrededor de 1.1 millones de dosis, sumando las vacunas administradas de Pfizer y AstraZeneca, una cifra que está muy por debajo de los 4 millones que se fijó para finales de este mes.

El gobierno de Morrison ha atribuido este retraso al bloqueo de 3.1 millones de dosis de AstraZeneca por parte de la Unión Europea, que el bloque niega, así como a los problemas en las distribución causadas por las inundaciones registradas en el estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado del país.

Australia ha adquirido hasta la fecha unas 40 millones de dosis de la vacuna Pfizer, y 53.8 millones de la AstraZeneca, de las cuales 50 millones se producirán en el país oceánico.

Contabilizando los dos tipos de vacuna, hasta la fecha han llegado del exterior menos de dos millones de dosis.

Además, el Ejecutivo de Morrison tuvo que modificar la semana pasada su programa de inmunización, al recomendar la inoculación con dosis de Pfizer a las personas menores de 50 años debido a los potenciales vínculos entre las dosis de AstraZeneca y casos raros de tromboembolismo en algunas personas inoculadas con este fármaco.

Sectores de la oposición han criticado a Australia por la lentitud del programa de inmunización, en comparación con los países desarrollados, y por no haber adquirido otras vacunas como las de Moderna o Johnson&Johnson para diversificar su portafolio ante este tipo de eventualidades.

Pero Morrison aseguró que el programa de vacunación de Australia «avanza consistentemente con países comparables como Alemania y está más adelantado que Canadá, Suecia, Francia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Japón, respecto a la misma etapa del despliegue de sus campañas».

Australia, que ha registrado unos 29,400 casos de Covid-19, incluyendo 909 fallecidos, la mayoría de ellos por fallos en los centros de cuarentena de viajeros internacionales en la ciudad de Melbourne, mantiene sus fronteras internacionales cerradas y registra brotes aislados de contagios locales.