Lo que sucede dentro de un agujero negro se queda dentro de un agujero negro. Pero lo que ocurre dentro de su radio de influencia, la zona interna de una galaxia donde predomina la fuerza de gravedad del agujero negro, es de gran interés para los astrónomos. Su observación puede ayudar a calcular tanto la masa del agujero negro como su efecto en el entorno galáctico.


El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) obtuvo imágenes con un nivel de detalle sin precedentes de un disco de gas frío que gira alrededor de un agujero negro. Se trata de un disco que habita el centro de NGC 3258, una galaxia elíptica masiva situada a unos 100 millones de años luz de la Tierra. A partir de estas observaciones, un equipo de astrónomos de la Texas A&M International University (Laredo, EE. UU.) y de la Universidad de California (Irvine, EE. UU.) estimó la masa del agujero negro en 2.250 millones de masas solares. Es el agujero negro más masivo observado con ALMA hasta ahora.

Pese a que pueden tener masas de millones a miles de millones de veces la masa del Sol, los agujeros negros supermasivos representan apenas una pequeña fracción de la masa total de las galaxias que habitan. Estudiar la gravedad de un agujero negro aislándola de los demás objetos presentes en el centro de la galaxia, como las estrellas, el gas interestelar y la materia oscura, es una tarea compleja que requiere observaciones muy sensibles a escalas diminutas.

“Observar la órbita de material tan cerca como sea posible de un agujero negro es clave para determinar su masa con precisión”, explica Benjamin Boizelle, investigador de posdoctorado de la Texas A&M University y autor principal de un estudio que se publicará en The Astrophysical Journal. “Estas nuevas observaciones de NGC 3258 demuestran la increíble capacidad de ALMA para cartografiar la rotación de discos de gas alrededor de agujeros negros supermasivos con un nivel de detalle impresionante”.