Sr. Maduro: En el nombre de millones de venezolanos, termine por entregar el poder.

Por: Javier Antonio Vivas Santana

Es posible que usted ignore estas líneas, pero es casi seguro que muchos de quienes pertenecen a la corriente política madurista le comuniquen el contenido de lo aquí expresado.

En tal sentido, considero que el último informe presentado por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas en relación con la violación de esos derechos y, la represión y persecución existente en Venezuela en contra de la disidencia, aunado con lo expresado por diversos gobiernos del mundo, entre ellos, Francia, Alemania, Suecia, Noruega, España, Inglaterra, Canadá, y hasta Marruecos, y por supuesto, la mayoría de los países que integran nuestra región, no pueden ser motivo de simple excusa, para decir que los demás están equivocados, pero usted y su gobierno tienen la razón.

Además, las recientes sanciones económicas y financieras que ha impuesto el gobierno de Estados Unidos sobre funcionarios de su administración, incluyendo su rol presidencial, así como la imposibilidad de seguir emitiendo nuevos bonos de deuda pública tanto por parte de la República como de nuestra empresa petrolera, sanciones que considero en cualquier momento también serán aplicadas por Europa, terminarán por hacer implosionar las maniobras de negociaciones bursátiles de Venezuela, en virtud de que al ser tanto el dólar como el euro, las principales monedas de negociaciones a escala mundial, sería ingenuo pensar que con el rublo o el yuan como monedas alternativas, su gobierno podrá obtener suficiente financiamiento para enfrentar los diversos compromisos que le esperan en el plano internacional por concepto de pagos de deuda externa, sin obviar la necesidad de inversiones en distintos campos de la economía interna.

Si a esta realidad exógena, le sumamos la terrible crisis política, económica y social que se ha agravado durante todo el período presidencial, con tasas de inflación que arrancaron con dos dígitos altos en el primer año de su gobierno y que ahora se anualizan sobre las cuatro cifras, causando con ello un daño irreparable al pueblo de Venezuela, el cual se ha empobrecido de manera dramática, no sólo por los altos precios de los alimentos, sino por la permanente devaluación de nuestra moneda, la cual, por cierto según cifras oficiales, usted recibió a una tasa de cambio de Bs. 4,30 por dólar, y hoy, incluso, sus oficinas cambiarias lo sitúan en más de Bs. 9 mil por dólar para personas naturales¹, demuestran el fracaso en esta materia por parte de usted y sus colaboradores; máxime cuando uno de sus principales asesores en área financiera, quien además de haber sido ministro bajo su administración, ahora es “constituyente”, reconoce que no existen “varitas mágicas” para enfrentar los problemas económicos.

Ignoro si usted junto con sus ministros, conocen de la escasez de los propios alimentos, y que los venezolanos no podemos encontrar ni siquiera medicinas básicas que nos garanticen la salud y hasta la vida, esto sin tomar en cuenta, que muchos equipos médicos de hospitales y aquellos espacios asistenciales creados por Chávez con el nombre de CDI (Centro de Diagnóstico Integral), muchos se encuentran inoperativos porque carecen de repuestos y materiales esenciales para sus funcionamientos.

Pero la crisis no se queda allí. Cifras conservadoras señalan que más del 50% del transporte público está paralizado por autopartes, incluyendo cauchos, cuyos precios se han vuelto prohibitivos para los dueños de tales unidades. Realidad, sobre la cual no escapan los autobuses de empresas estatales en las entidades federales, como recientemente denunciaron trabajadores de Bus-Margarita en Nueva Esparta, cuando aseguran que más del 70% de su flota está fuera de servicio por diversas razones.

Estamos a pocos días de iniciar el año escolar 2017-2018; ante lo cual su más cercano colaborador civil, Tarek El Aissami, afirma como si fuera un gran logro de su gobierno, que se “aprobaron” 200 mil millones de bolívares para los útiles escolares de los más de 13 millones de estudiantes que según cifras oficiales componen la población de educación inicial, primaria y secundaria, es decir, resolviendo una simple división, a cada niño y adolescente correspondería poco más de Bs. 15 mil en materiales pedagógicos para todo el “período educativo”, algo así como el costo actual de medio kilo de carne ¿Podrán realmente nuestros estudiantes recibir suficientes cuadernos, libretas, lápices, sacapuntas, creyones, témperas, acuarelas, papel bond, además de uniformes y zapatos? Honestamente, y disculpe que se lo diga como padre, representante y docente. Eso es una burla.

En la misma medida, esta compleja situación, ha desbordado los niveles de inseguridad, en términos de robos, atracos, secuestros y asesinatos, y más allá de lo que digan sus “ministros” en relación con supuestas cifras de disminución de delitos. Si es cierto, no ha sido precisamente por acciones de sus grupos policiales, sino por el obligado toque de queda que hace la población en horas nocturnas, ante precisamente, la impunidad con la cual se desplazan los criminales sobre nuestra geografía nacional, incluso con la venía de los propios cuerpos de seguridad del Estado. En todo caso, la única verdad, es que la mayoría de la gente considera que la delincuencia se manifiesta en todas sus anchas sin que exista cuerpo alguno que cuando menos, pueda poner tras las rejas a las bandas y antisociales.

Por último, no puedo dejar de mencionar la corrupción de su gobierno. Esa sin duda es una industria que se ha multiplicado. Aquí la mayoría de altos funcionarios del Estado, además que lucen sendos estómagos, lo cual es signo que el hambre no los ha atacado como sí sobre millones de venezolanos, éstos se desplazan en camionetas y vehículos últimos modelos, que resultarían incomprables con salarios derivados de la administración pública, y en donde por cierto, a pesar de las denuncias de ex – ejecutivos de la empresa Odebrecht en el pago de sobornos a funcionarios designados por usted en puestos claves del Estado, éstos en vez de haber sido apartados para ser investigados, por el contrario, hasta son premiados con la entrega de réplicas de la espada del Libertador, o en su defecto, son considerados “insignes hijos de la patria”. Verbigracia, en nuestro país, que cualquiera de nosotros sea denunciado por hechos de corrupción, es signo de alabanza pública y “republicana”.

¡Ciudadano presidente! Si aún le queda un mínimo de sindéresis, pero también de vergüenza y dolor por Venezuela, hágale un favor a los venezolanos ¡Renuncie a la presidencia! Su presencia en Miraflores no logrará solucionar los problemas que confrontamos como nación, sino por el contrario, terminara por hundirnos en el averno y la bazofia política, generando con ello, más pobreza, más hambre, más dolor, mas humillación, pero sobre todo, más miseria.

El país requiere ser conducido por otros venezolanos en el medio de esta vorágine política que al paso que vamos nos llevará sin duda al exterminio en una guerra civil. Entiendo que no es fácil reconocer casi cinco años de continuo fracaso en donde la economía se ha hundido en todos sus indicadores, y lo que es peor, sin posibilidades de recuperación con usted al frente de Venezuela.

Presidente Maduro: Termine por entregar el poder antes de que (…) sea tarde. Sólo así la historia lo absolverá. Lo demás es entelequia. Si algo ha demostrado el madurismo, es incapacidad, corrupción, tiranía y barbarie. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea

Fuente: Aporrea