Unos investigadores han usado técnicas de inteligencia artificial del tipo conocido como “aprendizaje automático” para analizar 5.000 puntos en las caras de padres y madres de niños que sufren trastornos del espectro autista.

 

Los autores del estudio descubrieron en una investigación anterior que los niños con trastornos del espectro autista parecen ser más propensos a tener una mayor asimetría facial que los niños no autistas.

 

Esto es importante porque un mejor conocimiento de las características faciales de las personas con autismo ayuda a lograr una identificación temprana de la enfermedad y a desentrañar los vínculos causales hereditarios (o genéticos).

 

Se sabe que los factores genéticos desempeñan un papel importante en el autismo, pero cada vez hay más pruebas de que los factores ambientales, como las hormonas o la salud materna, también podrían influir en el desarrollo de la enfermedad.

 

En el nuevo estudio, el equipo de Syed Zulqarnian Gilani, de la Universidad Edith Cowan en Australia, comparó la asimetría facial de 192 padres y madres de niños autistas con la de 163 personas adultas sin antecedentes conocidos de autismo.

 

Descubrieron que los padres y las madres de niños con trastornos del espectro autista tenían caras más asimétricas que las de otros adultos de edad similar.