Apenas unas semanas después de recobrar protagonismo político en las urnas, el expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) recibió ayer un duro golpe con la noticia de que la Corte Suprema lo investiga por soborno y fraude procesal lo que le llevó a renunciar a su escaño en el Senado.

Tras conocer que la Corte le llamará a indagatoria, Uribe, de 66 años, anunció su renuncia y escribió en su cuenta de Twitter que se siente “moralmente impedido para ser senador”.

“Enviaré mi carta de renuncia para que mi defensa no interfiera con las tareas del Senado”, agregó, y en otro tuit publicó una breve misiva dirigida al presidente del Senado, Ernesto Macías, en la que presenta su renuncia y pide que le sea aceptada. La Corte Suprema explicó en un comunicado que ha recaudado “pruebas que condujeron a abrir investigación formal” contra Uribe y el representante a la Cámara Álvaro Hernán Prada, ambos del partido Centro Democrático, “para que respondan por los delitos de soborno y fraude procesal”.

El caso se remonta a 2012, cuando Uribe denunció al senador Iván Cepeda, del partido de izquierdas Polo Democrático Alternativo (PDA), por el presunto uso de falsos testigos al acusarlo de buscar a exparamilitares en las cárceles y convencerlos de que declararan en su contra.

Con esos testimonios, Cepeda vinculaba a Uribe con grupos paramilitares en su natal departamento de Antioquia (noroeste).

La Corte Suprema detalló hoy que Uribe y Prada “serán vinculados al proceso mediante indagatoria”, si bien detallaron que “antes de presentarse a esta diligencia tendrán oportunidad de conocer las pruebas que los comprometen”.

También explicó que “contarán con tiempo suficiente para preparar la defensa frente a los cargos que surgen en su contra”.