A los 600 años murió el árbol más viejo de Nueva Jersey. Le sobrevive un retoño “joven” de 143 años. Tenía cerca de 600 años de edad, según los cálculos, y se derrumbó por su por sí mismo la noche del jueves.

Se trata de un roble histórico, quizá el más viejo en toda Nueva Jersey. Y su muerte obviamente no pasó inadvertida.

“Tenía un par de cientos de años cuando los primeros (colonizadores) europeos llegaron, así que ha estado presente y es parte de la cultura desde entonces”, dijo Erv Parker, vicepresidente de la Sociedad Histórica del Condado Salem.

Se cree que el cuáquero John Fenwick, el hombre que trajo el primer asentamiento inglés a West Jersey en 1675, negoció un tratado con la tribu de nativos americanos Lenni Lanape bajo sus ramas. Y muchos de los primeros residentes de Salem también fueron enterrados en un cementerio en sus raíces.

El roble blanco también fue testigo de la gira “Spirit of St. Louis” de Charles Lindbergh después de su histórico vuelo en solitario sin escalas a través del Atlántico en 1927. “Voló sobre el árbol y dejó caer panfletos en la ciudad de Salem”, afirmó Parker a New York Post.

Y así, miles de anécdotas. El poderoso árbol, que se alzaba sobre la comunidad de casi 5 mil residentes, se convirtió en parte del tejido, con un restaurante local, una bodega y un periódico de la escuela secundaria, todos con su nombre: “Salem Oak” (El Roble de Salem).

“Creo que el tema más común, especialmente para las personas que han crecido aquí, es que siempre pasaban por ahí yendo a la escuela, o lo veían mientras iban a la iglesia”, dijo Parker. “Ha sido una parte colectiva de la memoria institucional de todo lo que haces”.

Apenas se desató la noticia de su caída, las multitudes se reunieron en West Broadway por bloques para despedirse.

“En una hora, todo Broadway estaba lleno de autos de personas que querían ver el árbol”, afirmó Parker.

El grupo que posee el árbol y el área circundante, la Sociedad Religiosa de Amigos de Salem, dijo que el roble había disminuido su salud durante los últimos 100 años.

Ellos se reunirán para decidir qué hacer con los escombros del árbol, reportó  NJ.com

De acuerdo con el grupo histórico local, en el pasado ramas caídas del árbol fueron entregadas a carpinteros para hacer baratijas como martillos, candelabros y bolígrafos.

Un consuelo tras la caída es que un retoño “joven”, sembrado en 1876, vive a sólo unas cuadras de distancia. Es una bellota del “Salem Oak” que se sembró en honor al centenario de la independencia del país en la calle Grant.