El presidente de Estados Unidos ha pedido al Congreso una ley que permita a los ‘dreamers’ acceder a la ciudadanía en 10 o 12 años, si cumplen con algunos requisitos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, propuso hoy al Congreso una reforma migratoria que permitiría acceder a la ciudadanía a 1,8 millones de indocumentados llegados a EE.UU. de niños a cambio de 25.000 millones de dólares para construir el muro con México y reforzar la seguridad fronteriza.

La cifra de 1,8 millones de inmigrantes es superior a los 690.000 jóvenes, conocidos como «soñadores» o «dreamers», que actualmente pueden trabajar y están protegidos de la deportación por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), cuya vigencia expira en marzo por orden de Trump.

Según informaron altos funcionarios de la Casa Blanca, Trump ha pedido al Congreso que apruebe una ley que permita a los «soñadores» acceder a la ciudadanía en unos 10 o 12 años, si cumplen con algunos requisitos, como tener trabajo, educación y «un buen comportamiento moral».

A cambio, ha exigido al Congreso 25.000 millones de dólares para construir el muro fronterizo con México, implementar «mejoras» en la frontera con Canadá y reformar los puestos de control, que regulan el tráfico de personas y mercancías, según estas fuentes.

El presidente, además, pide el fin de la llamada «lotería de visados para la diversidad», que asigna aleatoriamente hasta 50.000 visados al año para los ciudadanos de naciones que tradicionalmente tienen bajas tasas de migración a Estados Unidos, especialmente países africanos; Trump propone eliminar la lotería, pero asignar esos 50.000 visados a trabajadores altamente cualificados y familias.

Asimismo, Trump, quiere que el Congreso permita deportar de forma rápida a todos los inmigrantes que crucen la frontera de manera irregular, sin importar su país de origen; actualmente, solo pueden ser expulsados de manera rápida los inmigrantes de México y Canadá.

La Casa Blanca lo ve como un compromiso para lograr un acuerdo en el Congreso; para los demócratas, es “un acto de cobardía extremo”

La Casa Blanca ha descrito el plan de Trump como un «compromiso» para lograr un acuerdo en el Congreso, donde los republicanos tienen mayoría, pero los demócratas cuentan con votos suficientes para bloquear propuestas y, como ocurrió la semana pasada, forzar un cierre administrativo: «Es un compromiso difícil, resolver el problema del DACA mientras que al mismo tiempo se trata de sacar adelante una reforma migratoria y velar por la seguridad nacional», dijo durante una conversación telefónica con periodistas un alto funcionario de la Casa Blanca que pidió el anonimato.

La propuesta de la Casa Blanca ha sido recibida con agrado por parte de algunos republicanos moderados, como Lindsey Graham, que forma parte del grupo bipartidista de senadores que trata de lograr un acuerdo migratorio que satisfaga a Trump y pueda aprobarse en el Congreso.

Sin embargo, la líder de los demócratas en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, calificó el plan de Trump como «un acto de cobardía extremo que intenta mantener a los ‘dreamers’ como rehenes de un odioso esquema antiinmigrante».