El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presionó en una reciente llamada telefónica al primer ministro australiano, Scott Morrison, para tratar de obtener información que desacreditaría la investigación sobre la interferencia rusa en las pasadas elecciones, según informó ayer The New York Times.

El diario apuntó que Trump pidió a Morrison que ayudara en este propósito al fiscal general estadounidense, William Barr, algo que revelaron dos funcionarios estadounidenses conocedores de esta llamada telefónica.

Las fuentes señalaron asimismo que la Casa Blanca restringió el acceso a la comunicación entre ambos mandatarios a un pequeño grupo de oficiales, al igual que se hizo con la polémica llamada entre Trump y su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski , el pasado mes de julio, que ha llevado al inicio de un proceso de destitución del presidente de EE.UU.

Esta conversación con Morrison subraya además, según el New York Times, el hecho de que Trump percibe al fiscal general como uno de sus principales aliados para desautorizar la investigación de los pasados comicios, iniciada por el exfiscal especial Robert Mueller, pese a que el Departamento de Justicia debería operar con independencia del órgano ejecutivo.

«Como en su llamada con el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, la conversación con Morrison muestra que el presidente utiliza la diplomacia de alto nivel para avanzar en sus intereses personales», apunta en diario.

La información obtenida por el medio revela que la llamada a Morrison, llevada a cabo en las últimas semanas, tenía el único objetivo de solicitar ayuda para el Departamento de Justicia entorno a la investigación de Mueller.

Una de las fuentes de The New York Times agrega que fue el fiscal general el que pidió a Trump que se pusiera en contacto con Morrison con ese fin.

La comunicación con el mandatario australiano se habría producido debido a que fue la información desvelada por uno de sus diplomáticos establecidos en Londres, que se comunicó con un empleado de la campaña de Trump, la que dio lugar al inicio de las investigaciones de Mueller.

El medio estadounidense señaló que el Departamento de Justicia se negó a responder a la información publicada, mientras que tampoco habían recibido respuesta ni de la Casa Blanca ni de la oficina del primer ministro australiano.

Barr inició este año una revisión de la investigación de interferencias rusas en los comicios presidenciales de 2016 para tratar de determinar si las fuerzas de seguridad o de unidades de inteligencia habían actuado de manera inapropiada cuando decidieron llevar a cabo estas pesquisas.