La película de Netflix «365 DNI» ha causado un relativo revuelo en las redes sociales. Los que la han visto hablan de ella gracias a las candentes escenas de sexo que contiene y que al parecer han subido la temperatura a los usuarios de este servicio streaming.

Basada en la novela homónima de Blanka Lipinska (Pulawy, Polonia, 1985), la historia que cuenta ha levantado voces a favor y en contra, ya que el hecho de que un hombre secuestre a una mujer para obligarla a que se enamore de él molestó a sectores feministas. Y no es para menos. Pero la película es tan mala que nada puede ser tomado en serio en ella.

Contrario a otros filmes de secuestros, en este caso el síndrome de Estocolmo se manifiesta tan de prisa que no da tiempo a que el espectador se crea que la chica vive el rapto de un extraño, por más atractivo y rico que sea el mafioso siciliano.

Con una estética visual dedicada a resaltar la belleza de los paisajes italianos y los bien formados cuerpos de los protagonistas, Anna Maria Sieklucka (Lublin, Polonia, 1992) y Michelle Morrone (Melegnano, Italia, 1990), su tratamiento está más cercano al lenguaje de las telenovelas más melosas, que al del cine erótico tradicional.

Y a nuestro juicio, si se ha levantado un cierto revuelo por este filme ha sido más por el tratamiento que le ha dado a la parte del sexo, Barbara Bialowas, directora de la cinta, con escenas al uso del porno, solo que sin llegar a ser explícitas.

Pero esta no ha sido la primera vez que el cine ha mostrado historias de secuestros de una persona con intenciones variadas («Three in the Attic», Richard Wilson, 1968; «Misery», 1990, Rob Reiner; «Oldeuboi», Chan-wook Park, 2003; «Room», Lenny Abrahamson, 2015; «Tau», Federico D’Alessandro, 2018). 

Aquí presentamos tres ejemplos en los que un macho ha mantenido cautiva a una mujer en contra de su voluntad por amor. Películas de mayor calidad que «365 DNI», anunciada en muchos lados como la nueva, también mediocre, «50 sombras de Grey». 

Aquí tres ejemplos:

«Átame», de Pedro Almodóvar, 1991
Este filme narra la historia de Ricky (Antonio Banderas), quien luego de salir de un siquiátrico secuestra a Marina Osorio (Victoria Abril) con la intención de que se enamore de él y tener una familia con ella.