La analista de la Unidad de Investigación Criminal del Ministerio Público, Jis­selle Polanco admitió ayer que no verificó ninguna transferencia relaciona­da con operación sospe­cha, ni identificó actividad financiera para relacio­nar al exsenador Tommy Galán y al ex ministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa con la construc­tora Odebrecht.

En la continuación de la audiencia seguida a los implicados en el caso Odebrecht ante el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, la testi­go número 11 de la acusa­ción, al preguntarle en el contrainterrogatorio si ha­bía registro de operacio­nes sospechosa entre los imputados Tommy Galán, Díaz Rúa, Conrado Pitta­luga y Ángel Rondón, res­pondió que no.

Expresó que entre los documentos que fueron evaluados por ella para elaborar el informe finan­ciero de la empresa Galán Grullón y Montás, propie­dad de Tommy, no se de­terminaron transacciones sospechosas con la cons­tructora brasileña y que la Superintendencia de Ban­cos no remitió ninguna transferencia de los productos financieros del im­putado.

De su lado, el imputado Tommy Galán pidió un tur­no al tribunal para cuestio­nar el informe realizado por la testigo, tras señalar que el mismo, fue usado para ha­cer un relato especulativo, con el fin de poder incorpo­rarlo al tribunal como una prueba para condenar.

En torno al imputado Díaz Rúa, la testigo dijo que a pesar de ser una persona políticamente expuesta no generó alerta alguna por operaciones sospechosas, tras señalar que tampoco le consta si en su análisis valo­ró cuentas de campañas y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

La testigo dijo que evaluó cuentas mancomunadas de Díaz Rúa con el entonces mi­nistro de Turismo, Francisco Javier García, y Ramón Rivas, dirigentes del PLD, y que los números del informe podrían variar si se excluyen los pro­ductos financieros de la orga­nización política y de su cam­paña.

Reconoció que había for­mularios de recepción de reportes en efectivo, a pesar de que los bancos son suje­tos obligados, no se generó reporte por operación sos­pechosa.

Exclusión de páginas

La testigo además declaró que no hubo transferencia de Odebrecht, ni de Ángel Ron­dón, ni de Conrado Pittaluga, además de que no se verifica­ron operaciones sospechosas con la empresa Solaris, pro­piedad de Díaz Rúa y que la Dirección General de Impues­tos Internos (DGGI), no de­tectó anomalía.

Los abogados Miguel Va­lerio, Ramón Núñez y Lau­ra Rodríguez resaltaron que el tribunal respetó de cada uno de los informes incor­porados y excluyó todas las páginas de los mismos que contenían información que excedía el 14 de agosto de 2016, lo que naturalmente tiene una variación de los resultados.

Pepca y las pruebas

De su lado, la Procuraduría Especializada de Persecu­ción de la Corrupción Ad­ministrativa (Pepca) conti­nuó incorporando pruebas en contra de los imputados Díaz Rúa y Tommy Galán Grullón, a través de los in­formes financieros.

El titular del Pepca, Wil­son Camacho, y la fiscal Mirna Ortiz, esta última en­cargada de litigación del ór­gano persecutor, destaca­ron el avance de esta fase de  presentación de las pruebas a cargo, señalando que has­ta el momento han incorpo­rado más de 240 pruebas.

Los imputados en el ca­so Odebrecht son el em­presario Ángel Rondón Rijo, exrepresentante de Odebrecht en el país; el ex­director del Instituto Na­cional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) y exsecretario de Obras Pú­blicas, Víctor Díaz Rúa; el abogado Conrado Pittalu­ga; el expresidente del Se­nado, Andrés Bautista Gar­cía; el exsenador de San Cristóbal, Tommy Galán Grullón, y el también ex­director de Inapa, Roberto Rodríguez.

El grupo es acusado de incurrir en delitos de sobor­no, prevaricación, lavado de activos, enriquecimiento ilícito, falsedad en escritura y lavado de activos, además en delitos de funcionarios que se mezclan en asuntos incompatibles con su cali­dad y de complicidad de so­bornos en el comercio y la inversión.

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 El proceso y los aplazamientos

 Recesa para lunes.

La audiencia que llevan a cabo las juezas Jissel Naranjo, Tania Yunes y Gisselle Méndez, fue re­cesada para el próximo lunes a las 9:00 de la ma­ñana, cuando continua­rán exponiendo testigos del ministerio público.

US$92 millones.

La empresa brasileña Odebrecht admitió ha­ber pagado sobornos en el país por 92 millones de dólares, para lograr la concesión de grandes obras de infraestructu­ra, en las que también se citan sobrevalución de contratos.