Un jugador profesional de videojuegos surcoreano describió el «indescriptible» racismo que ha sufrido desde que se mudó a Texas, en un clip que se ha hecho viral en las redes sociales levantando numerosas reacciones de condena.

La violencia contra los asiáticos ha recrudecido en Estados Unidos desde el pasado año, algo que los activistas relacionan con la retórica del expresidente Donald Trump, especialmente a su repetida calificación del coronavirus como el «virus de China».

Lee Eui-seok, que juega al videojuego Overwatch para el equipo Dallas Fuel bajo el nombre de Fearless, contó durante una ronda de preguntas realizada en la plataforma Twitch que esta se trata de la primera vez que sufre racismo de este tipo.

«Ser asiático aquí es aterrador», afirmó el joven de 22 años.

«La gente trata de comenzar peleas con nosotros… Hay incluso gente nos tose encima. Deliberadamente tosen sobre nosotros. Ellos (nos insultan) mientras se ríen».

«El racismo aquí no es una broma», agregó.

Un clip de la transmisión fue publicado el martes en Twitter, con subtítulos en inglés, por Jade «swingchip» Kim, una jugadora coreana y mánager del equipo Florida Mayhem quien dijo haber sido también objeto de racismo.

Kim señaló al diario The Washington Post que los comentarios de Lee fueron como «un latigazo».

«Con todo lo que está ocurriendo últimamente en Estados Unidos, no podía dejar pasar esto también, así que traduje el clip y lo publiqué», explicó.

El clip subtitulado había registrado más de 326.000 vistas hasta el jueves.

Los crímenes de odio contra los asiáticos se triplicaron prácticamente, de 49 a 122, el año pasado en las 16 mayores ciudades de Estados Unidos, mientras que este tipo de delito cayó en general un 7%, según un informe reciente del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo.

Según Lee, los ataques racistas que sufrió en Dallas «ocurrieron casi a diario» y fue «aterrador» y «grave».

La gente se le acercaba en la calle y le gritaba insultos racistas, contó, añadiendo que hace tres años, cuando estaba basado en Los Ángeles, podía «(vivir) pacíficamente en Estados Unidos».

«No creo que tuviéramos problemas allí».

El equipo de Lee es propiedad de Envy Gaming, cuyo fundador Mark Rufail condenó los ataques y el «odio injustificado», prometiendo garantizar la seguridad de sus jugadores.