La OMS alerta que el 53 % de los casos de malaria del año pasado en América se registraron en Venezuela, pero el Ministerio de Salud de ese país dice que los casos se han reducido a la mitad. Especialistas calculan que incluso la OMS subestima la crisis de paludismo del país vecino.

Las altas temperaturas y la crisis económica son la tormenta perfecta para la malaria. / Alberto Blanco

En apenas cuatro meses, Richard Méndez sintió dos veces “un frío insoportable y dolor muscular”. También tuvo fiebre, dolor de cabeza y vómitos. La primera vez dudaba de lo que padecía; pero sin ser médico, y por lo que escuchaba constantemente en Ciudad Bolívar, ya sabía más o menos qué enfermedad saldría en los resultados: paludismo, una afección que se incrementa cada día más en Venezuela.

En 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) observó un aumento del paludismo o malaria en las Américas, principalmente en Brasil, Nicaragua y Venezuela. La OMS calculó 773.500 casos en esta región y dijo que el 53 % sucedieron en el país vecino, seguido por Brasil (22 %), Colombia (8 %) y Perú (7 %). También indicó que los demás continentes, excepto América, registraron reducciones en la mortalidad en ese mismo año y que en la nación suramericana es donde más aumentaron las muertes por malaria. (Malaria, ¿una plaga perfecta cocinándose en el Pacífico?)

De acuerdo con el Centro de Estudios sobre Malaria, que forma parte del Instituto de Altos Estudios en Salud adscrito al Ministerio de Salud, hay 150 muertes por malaria en los últimos años, pero el centro indica que la cifra podría llegar a 1.500 personas a finales de 2018. “En 1950, Venezuela era el país que más había progresado durante la primera campaña de erradicación del paludismo en varias áreas del país. Ahora, probablemente, esa enfermedad afecte a casi medio millón de personas por año. Lo que significa el incremento más fuerte que se reporta en todo el mundo”, dijo Pedro Alonso, director del Programa Mundial sobre Malaria de la OMS, en abril.

El último informe de esa organización dice que en 2017 se registraron 411.000 casos en Venezuela con 84 % de incidencias, en comparación al 2016. “Hay que sumarles los pacientes que tuvieron recaídas o los que tuvieron fallas de tratamiento, y esas cifras no las tenemos porque el Gobierno no las publica, pero estimamos que hay entre 800.000 y un millón de casos en el país”, aseguró el médico Julio Castro, profesor del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV). (Venezuela, la dictadura de la malaria) .

En 1961, el país petrolero fue registrado por la OMS como territorio con un 75 % de control de la malaria, siendo el primero del continente americano en lograr tal hazaña. España, Holanda y hasta Estados Unidos lo lograron años después. Sin embargo, aseguran Castro y el Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) que la enfermedad no se ha erradicado por completo, pues al ser un país tropical, siempre va a existir. Lo cierto es que la malaria está llegando a lugares donde ya se había eliminado, pues comúnmente se presentaba en zonas mineras del país, al sur.

“Antes quienes entraban a las minas eran los que se enfermaban con paludismo. Pero llegaban a un centro hospitalario, cumplían con su tratamiento, el período de recuperación y ya”, aseguró Richard Méndez, ingeniero de minas y habitante de Bolívar, quien tuvo malaria en dos oportunidades. El principal estado afectado por esta enfermedad, con el 41 % de los casos en Venezuela. (Un mundo más caliente, el paraíso de los mosquitos)

De acuerdo con el doctor Castro, los reportes en el país suramericano vienen doblando sus números cada año desde el 2013. “En los años 80 y 90, había un promedio entre los mil y dos mil al año. Ahora pasamos a 400.000 desde 1998 hasta ahora”, indicó el infectólogo y médico internista.

En el pasado solo se presentaban casos principalmente en Bolívar, pero en la actualidad y según el OVS, la enfermedad está en otros siete estados como Amazonas, Anzoátegui, Delta Amacuro, Miranda, Monagas y Sucre, al sureste. Además de Mérida, al oeste de Venezuela.