El líder socialista español, Pedro Sánchez, presentó ayer lunes al Congreso un programa de gobierno social y progresista, en una sesión ante la Cámara en la que se evidenció las grandes discrepancias existentes con Unidas Podemos (UP) para formar un gobierno de coalición.

Sánchez empleó casi dos horas en explicar a la Cámara su plan, que definió como progresista, feminista y ecologista, y destinado a “volver a modernizar y transformar España”.

En él no hubo ni referencias directas a la situación del separatismo en Cataluña, ni al programa que negocia con UP, y sólo casi al final les llamó a sumar lo que tienen en común como partidos de izquierdas.

Merecer la pena

“Nada que merezca la pena es fácil, y lo que tenemos delante merece mucho la pena”, dijo Sánchez a la formación liderada por Pablo Iglesias.

Unidas Podemos (42 legisladores) negocia con el Partido Socialista (PSOE, 123 diputados sobre 350) la formación del primer Gobierno de Coalición de la historia reciente de España. El pasado viernes, Iglesias anunció que estaba dispuesto a dar un paso al lado y no ser ministro si a cambio los socialistas cedían competencias proporcionales a los votos que su coalición obtuvo.