La capacidad de realizar experimentos materiales, no meramente simulados, y hacer descubrimientos científicos a partir de ellos, no es exclusiva del ser humano. Recientemente se ha hecho una demostración fascinante, y quizás también inquietante, de que los robots también pueden poseer esta capacidad.

 

La demostración la han hecho unos investigadores de la Universidad de Liverpool en el Reino Unido, con un robot móvil cuyos experimentos, que realiza por sí mismo, le han permitido descubrir un nuevo catalizador.

 

El robot es el primero de su tipo y es obra del equipo de Benjamin Burger.

 

Los robots se han utilizado antes en la investigación química, pero normalmente están conectados a un experimento específico. Este robot de 1,75 metros de altura es móvil y puede desplazarse por el laboratorio, realizando una amplia gama de tareas diferentes.

 

Puede trabajar con equipamiento diseñado para ser manejado por humanos debido a sus dimensiones y alcance físico similares a los de los humanos. Sin embargo, utiliza una combinación de escaneo láser junto con retroalimentación táctil para el posicionamiento, en vez de un sistema convencional de visión. Por otro lado, su peso de 400 kilogramos es muy superior al de una persona común.

 

A su favor tiene que puede trabajar 21 horas y media cada día, deteniéndose solo para recargar su batería. Además, toma sus propias decisiones sobre qué experimentos químicos realizar a continuación y posee una paciencia infinita, a diferencia de un humano; puede realizar innumerables experimentos anodinos uno tras otro sin que el aburrimiento o el desánimo hagan mella en él.

 

Esta nueva clase de robótica para investigación química automática podría permitir a la humanidad afrontar problemas de una escala y complejidad que actualmente están más allá de lo exigible a un químico humano. Por ejemplo, los robots autónomos podrían encontrar materiales para la producción de energía limpia o nuevas formulaciones de fármacos mediante una búsqueda draconianamente exhaustiva de candidatos en vastos espacios químicos inexplorados. (Fuente: NCYT de Amazings)