Laura Río Martínez, doctora en Psicología Clínica y de la Salud, y profesora en la Universidad Internacional de Valencia (VIU), explica a EFE los tipos de sueños que, por lo menos, contempla la ciencia. Desde los más agradables que nos hacen la vigilia más grata, a las pesadillas que indican muchas veces problemas emocionales, de estrés o de salud, y los sueños lúcidos, en los que permanecemos conscientes y que, con entrenamiento, podemos controlar y provocar para encontrar soluciones a nuestros problemas.

“En términos generales, sobre los sueños se saben muchas cosas, pero también muy pocas. Lo que sí sabemos es que a ellos se incorporan contenidos de la memoria y vivencias que tiene la persona durante su vigilia”.

EXPERIENCIAS QUE FORMAN PARTE DE LOS SUEÑOS

También incorporamos información del entorno en el momento en que estamos durmiendo, como puede ser el sonido del despertador, “porque es bastante común, según en qué fases del sueño, -continúa la psicóloga- que mientras no conseguimos despertar, se nos vayan incorporando al sueño sonidos o sensaciones más físicas como las ganas de orinar”.