Las autoridades de Puerto Rico comenzarán a vacunar contra el COVID-19 a las personas de 16 años en adelante a partir del 12 de abril, anunció el gobernador Pedro Pierluisi el miércoles, lo que generó festejos en medio de un repunte de casos en la isla.

Actualmente, sólo las personas de 50 años o más y todas aquellas de entre 35 y 49 años con enfermedades crónicas son elegibles a ser inoculadas. Desde que comenzó la campaña de vacunación en diciembre se han aplicado más de un millón de dosis en la isla de 3,2 millones de habitantes.

“Seguimos enfrentando una terrible pandemia, junto al mundo entero, y sus consecuencias han sido enormes”, declaró Pierluisi.

Durante su primer discurso sobre el estado del territorio, el gobernador también anunció que implementaría medidas más estrictas para combatir un repunte reciente de infecciones de COVID-19. El toque de queda que ha permanecido en vigor más de un año fue expandido una vez más y operará desde las 10 de la noche a las 5 de la mañana a partir del viernes. Además, los negocios deberán cerrar a las 9 de la noche, dos horas antes de lo permitido actualmente.

“Desgraciadamente, al igual que en muchas otras jurisdicciones, estamos viendo un repunte peligroso en casos de COVID que ha causado un alza en hospitalizaciones y en muertes”, dijo el gobernador.

Pierluisi también anunció que su gobierno destinaría 20 millones de dólares para establecer un programa de vigilancia genómica en el Departamento de Salud de la isla a fin de ayudar a los funcionarios a monitorear las variantes y posibles mutaciones del coronavirus. Dijo también que apartará 1,5 millones de dólares para la creación de un certificado digital de vacunación, dejando en claro que se protegería la información personal. De momento no hubo más detalles sobre la propuesta de certificado digital.

Puerto Rico reporta más de 199.000 casos confirmados y sospechosos y más de 2.000 fallecimientos.

Pierluisi elogió al gobierno de Estados Unidos por darle un trato justo a Puerto Rico al anunciar que la isla recibirá millones de dólares adicionales en fondos federales para ayudar a los afectados por la pandemia.

Se destinarían al menos 50 millones de dólares al sector de bares y restaurantes, que ha sido duramente golpeado por las restricciones actuales para combatir al coronavirus. Los bares en Puerto Rico han permanecido cerrados más de un año. Otros 50 millones se destinarían a ayudar a clínicas y hospitales privados, y se apartaría una cantidad similar para los trabajadores agrícolas.

Pierluisi también anunció que se distribuirían 250 millones de dólares como parte de un pago especial a los trabajadores de emergencias, enfermeros, técnicos médicos y otros empleados del sector salud que han puesto sus vidas en riesgo.

Durante su discurso de casi una hora, Pierluisi hizo varios compromisos más, incluyendo mejoras al servicio de agua potable en comunidades necesitadas y la construcción de un nuevo hospital en la isla de Vieques después de que el huracán María en 2017 causó graves daños al viejo hospital, que permanece cerrado.

Legisladores del principal partido opositor, el Partido Popular Democrático, rechazaron dichos compromisos al resaltar que Puerto Rico ha estado sumido en una profunda crisis económica durante más de una década y que la situación se ha agudizado con el paso de huracanes, una serie de terremotos recientes y el azote de la pandemia en un momento en que intenta reestructurar una porción de su deuda pública, que supera los 70.000 millones de dólares.

“Ofreció un mensaje de sueños mientras el país vive una pesadilla”, dijo José Luis Dalmau, presidente del Senado de Puerto Rico.

Pierluisi también subrayó que no cancelaría un contrato para privatizar la transmisión y distribución de energía eléctrica, que actualmente corre a cargo de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico. El contrato ha sido criticado debido a preocupaciones sobre lo que sucederá con los miles de empleados del gobierno que trabajan en la dependencia.

El representante Rafael Hernández, también del Partido Popular Democrático, expresó su decepción con el anuncio y dijo que espera que el gobernador posponga el contrato para permitir un estudio más a fondo.