Carmenchu Brusíloff, Santo Domingo, RD.- En medio de la pandemia, cuando los cruceros están todos atracado en muelles y las preocupaciones son el pan de cada día, viajar en el recuerdo se convierte en una terapia. Sentada en un sillón, viendo en el celular las fotos del último crucero que con mi hijo Alexis realicé en octubre del 2019, retorna a mi memoria Civitavecchia, el ‘Puerto de Roma’, a 85 kilómetros de la capital de Italia.

La ciudad, que al lunes 4 de mayo no había tenido caso alguno de enfermos con el Covid-19, es uno de los más importantes puertos en el Mediterráneo, basado en el número de pasajeros de cruceros que hasta aquí llegan con regularidad. Debido al coronavirus, no hay barcos turísticos navegando por ahora.

Desde el área de desembarque hasta la misma ciudad de Civitavecchia son unos 15 minutos a pie. A la llegada, sin embargo, la mayoría de los viajeros preferimos tomar la ‘lanzadera’. Es un autobús autorizado para recoger pasajeros del barco. Cada crucero tiene sus autobuses asignados.

Al apearnos subimos hasta un mirador cercano desde donde se divisa con detalle una puerta de la inmensa muralla junto a la cual pasamos en el bus. Imponente se eleva a corta distancia el Forte Michelangelo, nombre dado en honor a Miguel Ángel Buonarrotti, quien en 1535 finalizó su construcción comenzada en 1508, y realizó la torre central.

Caminamos un rato hasta alcanzar la más antigua plaza de Civitavecchia: Plaza Leandra, en el corazón del antiguo barrio medieval. De la plaza cuentan que toma su nombre de un viejo marinero llamado Leandro. A unos vecinos del lugar pregunto dónde está la iglesia de la Estrella. Está justo a un lado, poco menos que encajonada entre dos edificios. De no ser por ellos, la hubiera pasado por alto. Levantada a fines del siglo XVII, y dedicada a Nuestra Señora de la Merced o Virgen de las Gracias, es asiento de la Archicofradía de la Gonfalone (Bandera), fundada en 1274. Desde aquí, en nuestro itinerario hemos de encaminarnos hacia un templo conocido como Iglesia de la Muerte. De ella hablaremos en próximo artículo.