Los principales gremios de sindicalistas se sumaron el miércoles a las protestas en contra de las reformas económicas impulsadas por el gobierno del presidente Lenín Moreno en Ecuador, mientras las autoridades han comenzado a buscar acercamientos con algunas de las partes una semana después de marchas y bloqueos.

Los trabajadores marcharon en Quito, en una jornada en la cual grupos de encapuchados atacaron a efectivos policiales que permanecían tras mallas metálicas. El mismo miércoles, indígenas caminaron pacíficamente por el centro histórico capitalino. La situación es parte de las tensiones que enfrenta el gobierno de Moreno desde que adoptó varias medidas con las que busca enfrentar las dificultades económicas del país, como la suspensión de los subsidios a los combustibles.

Los desmanes han causado que la empresa estatal Petroecuador reduzca casi un tercio de su producción de petróleo, de 560.000 barriles diarios, debido a la toma de instalaciones petrolíferas por parte de manifestantes, mientras la demanda de combustibles en el sector automotriz ha bajado un 30%, generando pérdidas diarias por 3,4 millones de dólares, informó el Ministerio de Energía.

Moreno anunció en su cuenta de Twitter que ya dialogaban y que “ya empiezan a dar frutos”, aunque no dio detalles.

Añadió que recibió el reporte de que las marchas indígenas se desarrollaban con normalidad.