Los cinturones de radiación de la Tierra, conocidos como cinturones de Van Allen, son grandes zonas en forma de rosquilla de partículas de alta energía capturadas de los vientos solares por el campo magnético de la Tierra. Los cinturones de radiación de Júpiter también son famosos. Ahora, unas astrónomas han observado, por vez primera, un cinturón o conjunto de cinturones de radiación de este tipo fuera del sistema solar.

 

Los primeros cinturones de radiación en ser descubiertos fueron los que rodean a la Tierra. El hallazgo se hizo en 1958, mediante los satélites Explorer 1 y Explorer 3. Desde entonces, los cinturones de radiación se han vuelto un rasgo bien conocido  en planetas de nuestro sistema solar: todos los planetas con campos magnéticos a gran escala (incluyendo la Tierra, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) los tienen. Sin embargo, hasta ahora no se había visto claramente ningún cinturón de radiación de este tipo fuera de nuestro sistema solar.

 

Un equipo de astrónomas, encabezado por Melodie Kao, de la Universidad Estatal de Arizona y ahora de la Universidad de California en Santa Cruz, de Estados Unidos ambas instituciones, ha descubierto el primer cinturón de radiación de ese tipo fuera de nuestro sistema solar.

 

El descubrimiento se ha hecho alrededor de la enana marrón LSR J1835+3259, que tiene aproximadamente el mismo tamaño que Júpiter pero es mucho más densa. Situada a solo 20 años-luz en la constelación de Lyra, no tiene suficiente masa para ser una estrella, ni tampoco lo bastante poca como para ser un planeta propiamente dicho. A los astros de esta clase se les llama enanas marrones. Hasta ahora, los cinturones de radiación nunca habían sido claramente visibles fuera de nuestro sistema solar. Además, se desconocía si podían existir alrededor de objetos que no fueran planetas.