La imposibilidad de llevar una vida “como la de antes” y las limitaciones en los desplazamientos y el contacto físico a causa de la crisis del coronavirus, sumadas al estrés y la ansiedad sostenidos que provoca la situación, tienen impactos anímicos, psicológicos y emocionales que afectan a las parejas. 

Pero hay herramientas que ayudan a superar estas nuevas dificultades en la comunicación y la relación que ahora se suman a los problemas habituales en las parejas, según Diana y Michael Richardson, especialistas en sexualidad y amor conscientes.

Señalan que a muchas personas les cuesta sostener el amor, aunque lo intentan y, sin entender las razones, se enzarzan en conflictos todo el tiempo, o cómo una relación feliz acaba por convertirse en un infierno. 

“A veces, en una fracción de segundo, la persona que más aman en el mundo se convierte en la que más detestan”, lamentan.

Para los Richardson, la respuesta a este misterio hay que buscarla en las emociones, que a menudo empañan la visión del amor, empujan a proyectar fantasmas del pasado en el otro, e impiden alcanzar aquello que más se anhela: la construcción de conexiones profundas.

Diana Richardson,  es profesora de terapias corporales  y autora de un enfoque: ‘sexualidad generativa’, basado en las enseñanzas orientales tántricas. Su compañero, Michael Richardson, es un maestro de tantra y taichí, especializado en las relaciones de pareja y sexualidad desde la dimensión tántrica.

Ambos (www.loveforcouples.com)  proponen una nueva forma de entender el amor, enraizada en la claridad y la presencia, y ayudan a las parejas de todo el mundo a través de sus talleres, conferencias y libros “a construir una relación plena y luminosa, con mayores dosis de amor, intimidad, consciencia y satisfacción”, según explican.

Los Richardson diferencian el amor, al que definen como “un estado de alegría desbordante cuya fuente es nuestro ser y un evento siempre presente”, de las emociones, de las que dicen “suben y bajan”.

Explicando que, en aquellos momentos de desconexión en los que “dejamos de estar enamorados de nuestra pareja, lo que experimentamos es una subida de nuestro nivel emocional”.

También señalan que los sentimientos son distintos de las emociones: “los primeros afloran en el momento presente y conducen a una experiencia interior de conexión, mientras que las segundas hunden sus raíces en el pasado, surgen como un torbellino y representan nuestros sentimientos no expresados con anterioridad que, con el tiempo, se acumulan”.

Señalan que “vivimos convencidos de que el amor es voluble e inestable, fluctúa y estamos a su merced, pero disponemos de una herramienta básica para hacer que nuestro amor resulte más fácil: la autoconsciencia”.

Se refieren a prestar atención y ser conscientes de lo que ocurre en nuestros sentidos (en nuestro cuerpo aquí y ahora) y como nos afecta el momento presente. “Gracias a ello es más probable que podamos trasmitir y recibir una información veraz en nuestra relación de pareja, en lugar de comportarnos desde nuestras emociones, que pueden tener un inmenso poder destructivo”, indican. 

Estas son algunas de las sugerencias comunicativas y relacionales de Diana y Michael Richardson, que pueden ayudarnos a mantener una relación más armoniosa y facilitar el amor, y que amplían en su nuevo libro ‘Manual de amor’: