Naomi Osaka arrancó su participación en el U.S. Open sin nunca antes haber superado la cuarta ronda en un torneo de Grand Slam y como la 20ma preclasificada. También llegó con grandes metas.

“Sería una pena que yo jugara por años y mi objetivo fuera llegar a cuartos de final de un Slam”, indicó después de su victoria en la primera ronda. “Pienso que todos compiten en los Slams para ganarlos, especialmente los jugadores más jóvenes”.

Dos semanas después, la japonesa de 20 años es de hecho campeona de un major luego de dominar de principio a fin a su ídolo de infancia, Serena Williams, con un triunfo el sábado por 6-2, 6-4 y tras mantener la calma durante una nueva rabieta de la estadounidense en una de las finales de Grand Slam más caóticas de las que se tenga memoria.

Osaka ascendió 12 puestos en el ranking mundial de la WTA actualizado el lunes, para ubicarse en séptimo _el mejor lugar en su carrera.

Ahora, cuando ya se piensa en 2019, no hay razón para creer que Osaka no tiene algo preparado. Ella encabeza la próxima generación de mujeres tenistas, una jugadora que posee una inusual mezcla de potencia en el servicio y de golpes, una envidiable velocidad y una increíble serenidad.

O al menos parece nunca perder la calma en la cancha. Sin embargo, esa aparente tranquilidad no la tuvo el sábado por la mañana, antes de la final.

“Desperté y estaba sudando. Me sentía muy nerviosa. Todo el día mi corazón latió a toda velocidad”, comentó Osaka, quien el próximo mes cumplirá 21 años.

Durante una conversación por video con su hermana, ésta le aconsejó pensar en el partido contra Williams como un juego más.

“¿Estás loca?”, respondió Osaka. “¡Es una final de Grand Slam!”.

Origen haitiano

Osaka, ya es noticia por todas partes, por su juventud, por haberle ganado a quien es considerada como la más grande tenista de todos los tiempos.

Ella es una atleta de tres nacionalidades, una historia inusual de un tenista, su lugar de nacimiento fue Osaka, Japón, creció en Nueva York, pero es de origen haitiano, pues su padre es oriundo de esa empobrecida tierra del Caribe.

Su padre,  Leonard Francois, es haitiano; su madre, Tamaki Osaka, es japonesa. Los dos se conocieron en Hokkaido cuando Francois, que entonces era estudiante universitario en Nueva York, visitaba la isla. Según un perfil reciente en el New York Times Magazine, el padre de Tamaki Osaka la acusó de llevar la desgracia a la familia cuando supo que estaba saliendo con un extranjero de raza negra, y los dos se mudaron a Osaka, la segunda ciudad más grande de Japón. Fue mientras vivían allí que nació la futura estrella del tenis.

Sí, su apellido es el mismo que la ciudad de su nacimiento, que es otra cosa de la que está claramente cansada de hablar.