La investigación publicada en la revista American Heart Association aseguró que la ingesta de edulcorantes artificiales pueden triplicar las probabilidades de sufrir estas enfermedades. El análisis de los especialistas y la respuesta de los fabricantes de gaseosas.

En otro golpe al consumo de gaseosas dietéticas: una nueva investigación en Estados Unidos halló que estas bebidas artificialmente endulzadas pueden aumentar la probabilidad de que una persona sufra un accidente cerebrovascular (ACV) y hasta demencia.

El estudio publicado esta semana en la revista American Heart Association Journal Stroke encontró que una dieta diaria de gaseosa pone a una persona en una situación de tres veces más riesgo de demencia y ACV en comparación con alguien que bebe menos de una por semana.

Años atrás, también se publicaron estudios poco alentadores a su consumo. La Universidad de Purdue en Indiana, EE.UU, descubrió en 2013 que en realidad no ayudan a perder peso. Otra investigación en 2007 encontró que aquellos que beben gaseosas dietéticas no son menos proclives a sufrir enfermedades del corazón en comparación a aquellos que consumen bebidas regulares o azucaradas.

El consumo diario estaría vinculado con la aparición de ACV y demencia (iStock)

El consumo diario estaría vinculado con la aparición de ACV y demencia (iStock)

De hecho, el estudio Stroke descubrió que beber bebidas azucaradas, como refrescos y zumo de frutas, no aumenta el riesgo de una persona de sufrir ACV y demencia. Los investigadores advierten sin embargo los peligros de consumir este tipo de gaseosas, que Harvard ha vinculado a la diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón.

«Aunque no encontramos una asociación entre el ACV o la demencia y el consumo de bebidas azucaradas, esto ciertamente no significa que son una opción saludable», explicó el doctor Matthew Pase, autor del estudio y miembro de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston. «Recomendamos que la gente beba agua en forma regular en lugar de bebidas azucaradas o artificialmente endulzadas», insistió Pase.

Durante siete años, los investigadores estudiaron los hábitos de consumo y alimentación de miles de personas mayores de 45 años de la zona de Framingham, Massachusset. Y fueron abordados una década más tarde para saber quiénes pudieron haber experimentado un ACV o demencia. Los datos se ajustaron a una serie de factores, incluyendo la edad, el sexo y la ingesta calórica.

El estudio sólo rastreó la tendencia entre los consumidores de edulcorantes artificiales, demencia y ACV, pero fue incapaz de probar que beber bebidas artificiales fuera la causa de las enfermedades.

Pase añadió que el riesgo general de demencia y el ACV no es grande: «Incluso si alguien tiene tres veces más probabilidades de desarrollar un accidente cerebrovascular o una demencia, no es de ninguna manera un destino fijo». «En nuestro estudio, el 3% de las personas tuvieron un nuevo derrame cerebral y el 5% desarrolló demencia, por lo que todavía estamos hablando de un pequeño número de personas que los padecen», afirmó.

La American Beverage Association, que defiende los intereses de marcas como Pepsi y Coca-Cola, emitió un comunicado

La American Beverage Association, que defiende los intereses de marcas como Pepsi y Coca-Cola, emitió un comunicado

La respuesta de los fabricantes de gaseosas

La American Beverage Association (ABA), que representa a fabricantes de gaseosas como Pepsi y Coca-Cola, defendió los edulcorantes bajos en calorías y argumentó que sus productos sí pueden ser herramientas para perder peso. En una declaración, la ABA dijo que varios otros factores contribuyen a los ACV y la demencia.

«Los edulcorantes bajos en calorías han sido probados seguros por las autoridades gubernamentales de seguridad en todo el mundo, así como cientos de estudios científicos y no hay nada en esta investigación que contrarreste este hecho bien establecido. La Organización Mundial de la Salud, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y otros han revisado ampliamente los edulcorantes bajos en calorías y todos han llegado a la misma conclusión: son seguros para el consumo», concluyó la réplica de ABA.