Unos científicos han creado y evaluado in vitro e in vivo nanopartículas que fortalecen la acción de inmunoterapias oncológicas y disminuyen sus efectos secundarios tóxicos.

 

El equipo de investigación lo integran especialistas del Centro de Investigación del Cáncer (CIC), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Salamanca (USAL), en España todas estas entidades

 

Concretamente, los investigadores han diseñado un fármaco a base de nanopartículas que ha demostrado su eficacia en el tratamiento y seguimiento de la inmunoterapia oncológica. En el estudio, se ha caracterizado y evaluado in vitro e in vivo la aplicación de estas nanopartículas que identifican y atacan de forma específica solamente a las células tumorales.

 

“Hemos evaluado unas nanopartículas que presentan tanto un fármaco antitumoral derivado del cisplatino como una molécula que permite el seguimiento y trazabilidad de la nanopartícula en sistemas biológicos”, explica Manuel Fuentes, investigador del CIC. El equipo de Fuentes ha analizado qué ocurre desde que se administra la nanopartícula hasta que actúa en la zona del tumor. La caracterización y evaluación de sus aplicaciones abren la puerta al diseño de nuevos fármacos antitumorales con aplicación en inmunoterapia.

 

Una de las funciones del sistema inmunitario es identificar las células cancerosas del cuerpo y eliminarlas. Si desaparecen todas las células cancerosas desaparece con ellas el cáncer. Sin embargo, en ocasiones las células cancerosas desarrollan mecanismos para que el sistema inmunitario no pueda localizarlas y, por tanto, no son eliminadas del cuerpo mediante la respuesta inmune.

 

Un área muy prometedora en la investigación del cáncer, incluidos los tumores hematológicos, es la inmunoterapia, donde se está investigando cómo evitar que las células tumorales se oculten del sistema inmunitario. Conociendo estos mecanismos de respuesta se pueden desarrollar nuevos fármacos que mejoren la función de identificar y eliminar las células cancerosas.

 

“Para conseguir este propósito de identificación y eliminación, cuando las células cancerosas están pasando desapercibidas en el organismo, se debe manipular el sistema inmunitario para que recupere esta función, y este es el marco en el que estamos trabajando”, señala el investigador.