Durante siglos la mú­sica y las matemá­ticas han tenido re­lación. Cuando se disfruta de una bue­na canción, se tiene muy lejos la co­nexión que existe entre estas dos ciencias, o la estructura empleada para su creación.

A Pitágoras en el VI a. C. se le atribuye ser el primero en relacio­nar la música y las matemáticas, uniéndolas mediante el concepto de armonía. También a él se le acre­dita la creación del monocordio, un instrumento musical para investi­gar la equivalencia entre números, pesos y sonidos. En este se basó la música griega antigua, utilizándo­se también en la música clásica.

Pero… ¿Qué relación existe entre ambas?
Más de lo que se puede imagi­nar. Desde aprender a contar con música en el colegio del uno al cin­co hasta lograr un plano más profe­sional en las partituras de grandes musicales.

Todo se remonta a la antigua Grecia, raíces pitagóricas, donde explicaban que la música era una disciplina de las matemáticas y la estudiaban como tal. Muchos filó­sofos y muchas teorías se encargan de unirlas de forma natural y signi­ficativa, ya que en su pensar, la mú­sica se asiste de las matemáticas para su composición, necesitando ambas la creatividad para desarro­llarse.

Existen cientos de estudios que indican que la música se auxilia del “monstruo” de las matemáticas y, de sus técnicas y sus procedimien­tos para existir. Una lógica que se puede explicar argumentando lo siguiente: la música para formarse toma de las matemáticas una cien­cia estructurada y sistemática para perfeccionarse, para crecer y tener una base concreta, mientras que la matemática aprovecha la música para ser más explicativa y más di­vertida, por poner un ejemplo. Bá­sicamente, ambas se complemen­tan para sacar lo mejor de sí. He ahí una de las razones de su relación.

Recorrido para vivir la experiencia
El tema sobre la relación entre ambos conceptos, nace a raíz de un “viaje” por la Sala de la Experiencia Matemática, Dr. Jin Akiyama, de la Biblioteca Infantil y Juvenil Repú­blica Dominicana. Son muchos los espacios que “calculan” los sonidos o que hacen “sonar” las cuantas de los bloques.

Pasear por cada rincón de esta sala deja más clara la relación de la música y las matemáticas. Tanto es así que, en cada pieza de las crea­das para dar forma a esta sala, pue­de observarse cómo una depende de la otra.

Dispone de artículos que expli­can de forma fácil y divertida pro­cesos matemáticos compresibles por todas las edades.

La sala tiene un carácter perma­nente y funcionará en el segundo nivel de la Bijrd. Se ofrecerán expo­siciones, charlas, talleres y eventos relacionados con las matemáticas, dirigidos a todo público, con espe­cial atención en los estudiantes. Es­to, con el fin de apoyar y estimular las actividades de la educación bá­sica, así como el desarrollo de acti­tudes, habilidades y conocimientos matemáticos.

La intención es que la Sala de la Experiencia Matemática sea un re­curso didáctico para todos los cen­tros educativos.

¿Quién es el Dr. Jin Akiyama?
Matemático japonés, conocido por sus presentaciones en televisión im­plementando las matemáticas en los trucos de magia, tanto así que se hace llamar: El ‘Mate-mago’.

Director del Centro de Investiga­ción en Educación Matemática de la Universidad de Ciencias de To­kio y profesor emérito de la Univer­sidad de Tokai.

Es muy conocido en Japón, con atención especial entre las comu­nidades de jóvenes. Su nivel de po­pularidad se extiende a apariciones en programas de radio, películas, series de televisión y videojuegos de Nintendo. Como investigador, ha escrito alrededor de 10 libros (sobre Matemática discreta y Ma­temática recreativa), y es autor de cerca de cien artículos en revistas científicas.

Las conferencias de Akiyama a veces también incluyen la música como actuaciones musicales de él, en acordeón o xilófono.

En la actualidad
En la música actual se puede ob­servar cómo algunos géneros han evolucionado, algunos mezclados con otros, y utilizando diferentes métodos para su composición.

El sistema se ha transformado. Algoritmos, formulas y sistemas súper modernos son implementa­dos en los últimos años para crear música.