Un grupo de migrantes de la caravana de centroamericanos radicada en Tijuana desafió ayer las autoridades al trepar el muro fronterizo con Estados Unidos en su afán por cruzar y pedir asilo, siendo recibidos con gases lacrimógenos por parte de la policía fronteriza estadounidense.

Ayer domingo comenzó con una marcha aparentemente pacífica del albergue “Benito Juarez”, donde miles de ellos se alojan en Tijuana, hacia la garita de El Chaparral, en la frontera de San Ysidro con Tijuana.

No obstante, alrededor de una hora después del inicio de la caminata centenares de ellos rompieron un cerco policial y se dirigieron hacia dicha garita y hacia otros puntos fronterizos, donde se subieron al muro fronterizo.

Durante varias horas, grupos de migrantes permanecieron en distintos puntos de la línea entre Tijuana, también en el municipio Mexicali, con Estados Unidos, mientras que la Casa Blanca ordenó cerrar el puerto fronterizo de San Ysidro, entre San Diego y Tijuana (México), uno de los más transitados del mundo.

“Se pararon unos amigos que iban a tirarse (del muro). Y nos tiraron una bomba y un americano nos hacía señas que nos iba a matar”, indicó a Efe Alexis, un migrante hondureño integrante de la caravana.

En una entrevista televisiva, el ministro de Gobernación, Alfonso Navarrete, indicó ayer que aquellos que hayan participado en estos hechos “violentos” serán deportados de forma “inmediata”.