Una corte de apelaciones federal se mostró este miércoles abierta a permitir que la administración Trump acabe con las protecciones humanitarias de inmigrantes de Haití, Sudán, Nicaragua y El Salvador. Parece poco probable que dos de los tres jueces del citado tribunal encuentren un sesgo racial en la medida del gobierno.

La Corte de Apelaciones del Circuito Noveno expresó su excepticismo ante una orden por la que un juez federal con sede en San Francisco impedía a la administración acabar con las protecciones. Los jueces no parecen haber encontrado el sesgo racial que denunció la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y que, según la organización, viola la cláusula de igualdad de protección de la Constitución de Estados Unidos.

En caso de que el gobierno de Trump pueda avanzar con su cometido, alrededor de 300,000 inmigrantes perderían el estatus de protección que consiguieron debido a las condiciones inseguras de sus países de origen y que les permite vivir y trabajar en Estados Unidos. Algunos de ellos llevan décadas en el país e, incluso, tienen hijos estadounidenses.

En caso de que se les quite la protección, estos inmigrantes tendrán 120 días para abandonar Estados Unidos. Según la administración, los desatres que permitieron a dichos migrantes permanecer en EEUU ocurrieron hace mucho tiempo, de acuerdo a Los Angeles Times.

En enero de 2018, al anunciar la nueva medida en la oficina del Óvalo, Donald Trump preguntó por qué Estados Unidos debía recibir inmigrantes de “países de mierda” en África, Centroamércia o El Caribe. Dos miembros de la oficina hicieron públicas las palabras del presidente.

La corte podría emitir su fallo en cualquier momento, según informa Los Angeles Times.