John Leguizamo ha pasado el año haciendo algo que muchos calificarían como un acto desafiante: viajar a lo largo de Estados Unidos con un monólogo que reivindica el papel de los latinos en la historia de EE.UU.

Es de asumir que el público que paga una entrada para ver 95 minutos de su espectáculo admira al actor, pero no siempre ha sido así.

«Ocasionalmente hay una pareja, que suele ser blanca y un poco mayor en edad, que empieza a molestarse mientras ve el show. Y creen que es su derecho decirme que me devuelva a México o alguna locura así…», le dijo Leguizamo a BBC Mundo en una conversación reciente en Los Ángeles.

«Por cierto, no soy de México…«, añade con picardía el intérprete de 55 años, que nació en Bogotá y llegó a vivir a la ciudad de Nueva York con apenas 4 años de edad.

John Leguizamo
Leguizamo se hace pasar por maestro de escuela en su monólogo «Historia latina para tontos».

El monólogo, que en 2018 recibió un reconocimiento especial en los Premios Tony de lo mejor del teatro de EE.UU., se titula Latin History for Morons, o «Historia latina para tontos».

En él, Leguizamo se hace pasar por un maestro de escuela que enseña los episodios de la historia que «no aparecen en los libros escolares».

La sátira del intérprete aborda, entre otras cosas, la «exterminación» por parte de los colonizadores de los imperios maya y azteca y de los indígenas taínos.

En otro momento, destaca también el papel de latinoamericanos e indígenas en la Guerra de Independencia de EE.UU.

Desde su estreno en Broadway en noviembre de 2017, Leguizamo se ha presentado más de 80 veces y ha recorrido unas 30 ciudades del país.

«Frijolero»

En principio lo ideó luego de que a su hijo le hicieran matoneo en la escuela al llamarle despectivamente «frijolero», en referencia a su herencia latina.

«Cuando vi los libros de texto que estudiaba mi hijo, no había representación latina por ningún lado. Me sentí como si valiésemos menos«, cuenta el actor.

Leguizamo junto a sus hijos y esposa.
Leguizamo fue premiado con un Tony especial en la edición del galardón del año pasado.

La primera función tuvo lugar en noviembre de 2017 (a un año de la elección de Trump como presidente de Estados Unidos) y en medio de un clima político antiinmigrante que de alguna forma le dio más relevancia al monólogo.

«La mayoría de la gente que ha visto el show quiere inclusión, quiere que este país sea un crisol, no Estados Divididos sino Estados Unidos», apunta.

«Vivimos un apartheid cultural»

Con una carrera sólida que ha incluido celebradas interpretaciones en películas y series como Carlito’s Way y When They See Us, Leguizamo no olvida lo difícil que es ser un actor latino en Hollywood.

«Cuando empecé me decía el mánager ‘cámbiate el nombre, actúa como italiano, no te broncees‘», describió a una audiencia mayoritariamente latina en el evento Hispanicize, celebrado a mediados de octubre en Los Ángeles.

Y añadió que cuando presentaba algún proyecto a un grupo de ejecutivos de la industria, recibía comentarios como «Los latinos no quieren ver historias positivas» o «los latinos no quieren ver a otros latinos».

Cada vez que puede, Leguizamo lanza la contundente aseveración de «apartheid cultural» para enmarcar la escasa representación de latinos en ámbitos como el entretenimiento y la política pese a constituir la minoría racial y étnica más numerosa en el país.

Jennifer Lopez
Los actores latinos constituyen el 4,5% de los papeles con diálogos de Hollywood, de acuerdo a un estudio de este año.

«Hollywood está perpetrando imágenes negativas de los latinos como narcos o gánsters que alimentan directamente esa demonización que Trump hace de nosotros«, critica.

Leguizamo se refirió al presidente de EE.UU., Donald Trump, quien busca la reelección en 2020 y desde que inició su mandato en 2016 ha mantenido una retórica negativa contra los inmigrantes indocumentados de Latinoamérica.

Al preguntarle cómo explica ese «apartheid», arroja estadísticas como dardos: «En Los Ángeles, casi el 50% de la población es latina y constituimos el 4% de caras frente y detrás de cámara. Eso es un apartheid cultural».

De acuerdo a un estudio de este año de la Universidad del Sur de California, los actores latinos constituyen solo el 4,5% de los roles con diálogos de Hollywood.

Algo similar dice sobre la ciudad de Nueva York, que con un 29% de población latina (los blancos no hispanos constituyen el 32%), «no hay igualdad en el número de historias que reflejen las realidades de los latinos en diarios como el New York Times«, sentencia.

La opresión de hace siglos de la que habla en su monólogo continúa hoy en día, agrega el actor. Algo con lo que piensa luchar por toda su carrera.

«¿Por qué Hollywood necesita venir a ti? Crea tu propio Hollywood».