Más de 18 mil millones de pesos han recibido los diferentes partidos políticos, desde que en 1998 el Estado dominicano comenzó a otorgarles fondos del Presupuesto Nacional.

En total, son RD$18,000,406,470 que el Estado ha erogado en favor de las organizaciones políticas en los últimos 22 años, de los cuales  RD$14,585,273,920, equivalente al 80% del total, se asignaron a los cuatro principales de ese período: el de la Liberación Dominicana (PLD), Reformista Social Cristiano (PRSC), Revolucionario Dominicano (PRD) y el Revolucionario Moderno (PRM).

El monto del dinero ha ido en ascenso continuo desde 2017, cuando el Estado otorgó a los partidos RD$805,043,462; al año siguiente se elevó a RD$1,260,400,000; en 2019, la cifra subió hasta 1,506,000,000, y en este 2020 los aportes ascendieron a RD$3,014,000,000 por ser un año electoral.

El PRD ha sido el que más fondos ha recibido, ya que desde 1998 cuando era el mayor partido, ha obtenido RD$4,746,738,722.25; seguido por el PLD, que desde 2004 ocupó la primacía electoral y se les han otorgado unos RD$4,613,246,976.97.

El siguiente en la lista es el PRSC que ha recibido RD$3,825,836,123,91, y el nuevo PRM, que comenzó a recibir contribuciones del Estado desde 2015, ha recibido RD$1,399,452,097.53.

Esta contribución del Estado a los partidos políticos ha vuelto a ocupar relevancia en la opinión pública, desde que la semana pasada, durante una alocución al país, el presidente Luis Abinader anunció que propondrá al Congreso Nacional rebajar el 50% de esta cuota, ya que el próximo año no es electoral.  Esos recursos se redirigirían a la construcción de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en el municipio Santo Domingo Este.  Los principales partidos políticos han fijado sus posiciones sobre la propuesta presidencial. El PLD y el PRSC la han rechazado y el PRM, Alianza Páis y Dominicanos por el cambio la apoyan, mientras Fuerza del Pueblo dijo que esperará hasta que la pieza legislativa llegue al Congreso.    

“Por cuestiones de semántica, nosotros vamos a esperar que la propuesta llegue al Congreso, porque si es el 50% de lo que se entregó el año pasado, eso es lo normal. En años no electorales, siempre se entrega la mitad, por eso hemos decidido esperar”, dijo el expresidente Leonel Fernández, líder de Fuerza del Pueblo.

¿De dónde salen los recursos? 
La asignación de las partidas de los fondos públicos a los partidos políticos estaba contemplada en la antigua Ley Electoral 275-97, que establecía que los partidos políticos reconocidos estarían recibiendo en partes iguales el 0.25% de los ingresos nacionales del presupuesto nacional.

Sin embargo en la nueva ley 33-18 sobre Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos y en la ley 15-19 de Régimen Electoral, ese apartado específico fue dejado fuera, sin especificar el monto que debe ser otorgado.

La cantidad que el Estado reparte quedó enteramente a la discreción de la ley general del Presupuesto y a la posterior aprobación del Senado de la República.     

¿Cómo se reparten?
El artículo 61 de la ley 33-18 establece que la distribución de la contribución económica del Estado a los partidos políticos, agrupaciones y movimientos políticos, es de un 80 por ciento, distribuido en partes iguales entre los partidos que hayan alcanzado más del 5% de los votos válidos emitidos en la última elección. 

Un 12% es distribuido entre los partidos que hayan alcanzado más del 1% y menos del 5% de los votos válidos emitidos en la última elección, así como un 8%, distribuido entre los partidos que hayan alcanzado entre 0.01% y un 1% de los votos válidos obtenidos en la última elección.

Contexto histórico
Desde 1998 los partidos políticos reciben un financiamiento anual por parte del Estado dominicano, gracias a la ley 275-97 aprobada por el Congreso durante el primer periodo de gobierno de Leonel Fernández, en cumplimiento a un acuerdo firmado durante la crisis post-electoral de 1994.

En esa oportunidad, el principal abanderado para que esa ley se aprobara fue el entonces líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez, quien defendía esa fórmula durante las campañas electorales de 1994, 1996 y hasta su muerte poco antes de las municipales de medio término en  1998.

Además de la crisis económica que presentaban los partidos para la época, Peña Gómez citó entre las razones para que el Estado asignara un presupuesto a las organizaciones política, porque se evitaría la creación de un “partido único”, ya que a su entender la organización política en el poder tendría más ventajas. Además, que solo de esa forma se evitaría “en parte” que los partido políticos recibieran dinero del narcotráfico y otra fuentes ilícitas.