ELGRAFICODELSUR.COM.-–  Los pacientes con alergias alimentarias han aumentado en los últimos años en España, tal y como han constatado los alergólogos, que proponen comenzar antes a introducir en la dieta de los bebés todo tipo de alimentos con el fin de obligar al sistema inmunológico a desarrollar tolerancias. La alergia a los alimentos es uno de los temas que centraron la XIV Reunión sobre Controversias y Novedades en Alergia de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic). Durante este encuentro la doctora Montserrat Fernández-Rivas, del comité de Alergia a Alimentos de la Seaic, explicó a Efe que este tipo de patologías han ido en aumento en los últimos años y se estima que entorno a un 1-2 % de la población padece alguna alergia alimentaria.

La escrupulosa limpieza en la que crecen los niños y la tardanza a la hora de introducir en la dieta de los bebés determinados alimentos pueden ser algunos de los motivos que han contribuido a hacer aumentar estas cifras en los últimos 20 años. «Hace 20 o 40 años las alergias en los comedores escolares no existían y ahora en todas partes hay alguien que tiene algún problema», ha destacado esta alergóloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

En los últimos 20 años se llegó a la conclusión de que lo adecuado era «evitar estrictamente» los alimentos susceptibles de provocar alergias -como los frutos secos- porque se consideraba que eso podría favorecer el desarrollo de tolerancias, pero «ahora sabemos que eso es falso».

Existen unos mecanismos inmunológicos que forman parte de la supervivencia de la especie, y que consiste en que «lo que te metes por la boca y no te mata, provoca que tu sistema inmunológico desarrolle una tolerancia». Si eliminamos esos alimentos, o los introducimos «muy tardíamente» por la boca -mientras que en el ambiente por vía cutánea la persona está expuesta a ese alérgeno- se rompe ese equilibrio natural y se puede generar una reacción.

Es lo que se conoce como la hipótesis de exposición dual. «Ese retraso en la exposición oral ha favorecido que haya más alergia a los alimentos», explica Fernández-Rivas. Por eso, en la actualidad se están cambiando las guías de introducción de alimentos y la recomendación a las embarazadas y lactantes, que tienen que comer de todo.

Así, en el caso de los niños que no tienen ningún problema, se recomienda introducir los alimentos antes, siguiendo las conclusiones de estudios realizados en Inglaterra con cacahuetes que han producido un impacto completo en la forma de pensar.

En cuanto a los tratamientos, Fernández-Rivas explica a Efe que en los últimos años se está aplicando la inmunoterapia oral, que consiste en dar el alimento al que el paciente es alérgico en cantidades pequeñas y subir la cantidad progresivamente para obligar al sistema inmunológico a que desarrolle una tolerancia.

En el caso de la alergia a los lácteos, otro tratamiento en estudio consiste en modificar la leche con un tratamiento térmico y mezclarla con un cereal. Progresivamente se va reduciendo el tratamiento térmico de la leche y la matriz de cereal, de forma que se comienza con galletas o magdalenas, por ejemplo, hasta llegar al yogur y la leche para inducir un desarrollo de tolerancia.

La leche y el huevo son precisamente las alergias más frecuentes en los 2-3 primeros años de vida. En la mayoría de las ocasiones -explica- esta desaparece, sobre todo en el caso de la leche, pero en aquellas personas en las que la alergia no ha remitido a los 5-6 años es posible que la padezcan el resto de su vida.