Los científicos finalmente han rastreado el subconjunto preciso de células madre formadoras de sangre (también conocidas como células madre hematopoyéticas), o CMH, que son capaces de repoblar por completo la médula ósea después del trasplante en primates no humanos. Sus hallazgos prometen una mayor eficiencia en los esfuerzos futuros para los trasplantes de células madre, la terapia genética y la edición del genoma.

 

El objetivo de oro estándar para el trasplante de CMH son las células que llevan el marcador de superficie CD34. En su nuevo estudio, Radtke y sus colegas hicieron un seguimiento a cientos de miles de células inmediatamente después del trasplante y posteriormente a lo largo de 7,5 años.

 

Contrariamente a los informes anteriores, las sucesivas oleadas de células progenitoras se expanden y contraen para establecer la nueva médula ósea del donante. Radtke et al. se centraron en un grupo distinto de CMH CD34+ que se estableció poco después del trasplante y que después produjo todos los linajes celulares que constituyen un sistema sanguíneo completo.

 

Esa potente población podría distinguirse por la presencia o ausencia de tres marcadores de superficie celular (CD34+, CD45RA-, CD90+) y los investigadores determinaron el número mínimo de células necesarias en los modelos de primates para el trasplante de médula ósea (definido como neutrófilo sostenido y plaquetas de recuperación). Es importante destacar que Radtke et al. demostraron perfiles de expresión génica similares entre las células CD34+, CD45RA- y CD90+ de primates y humanos, lo que sugiere posibles implicaciones para el trasplante humano y otros tipos de estudios de terapia génica. (Fuente: AAAS)