El anuncio del presidente electo, Luis Abinader, de que designará mujeres en las 31 gobernaciones ha generado expectativas e interrogantes.

¿Sirven para algo las gobernaciones? ¿han realizado labores útiles las mujeres colocadas al frente de esas instancias que en las provincias representan al Poder Ejecutivo?

El referente disponible ha sido el caso de las designaciones que realizó el entonces presidente Joaquín Balaguer.

Las primeras gobernadoras, designadas en 1966 por Balaguer, desempeñaron roles notorios y relevantes en el desempeño de sus funciones, según las referencias de la época.

Balaguer designó mujeres mediante el decreto número 22, del 26 de julio de 1966, como titulares de las gobernaciones en las 26 provincias que en la ocasión existían, en un gesto de agradecimiento al apoyo que les brindaron en las elecciones de ese año, en las cuales venció al ex presidente Juan Bosch, según las reseñas de Sergia Mercado en el diario El Caribe los días tres y 10 de marzo de 2018.

Altagracia Armida Pérez Vda. Báez, de Peravia, quien en horas de la noche se dedicaba a la práctica del deporte

Los nombres

Las primeras gobernadoras provinciales fueron Concepción Gómez Matos, de la provincia de Puerto Plata; la doctora Sarah Tabar de Rojas, por Salcedo; Clara Luna de Castillo, San Pedro de Macorís; Leopoldina Pión de Gómez, por La Altagracia; y Virginia Pérez de Florencio, por La Romana.

También, Ana Valentina Roa de Moreta, La Estrelleta (Elías Piña); Generosa Grullón Vda. Rodríguez, Montecristi; Ana Ramona Rincón de Moya, Sánchez Ramírez; Josefina Portes de Valenzuela, San Juan; Altagracia Armida Pérez Vda. Báez, de Peravia; Dulce Estela Durán de Cruz, María Trinidad Sánchez; Peggy Batlle de Batista, La Vega; y Juana Castellanos de Guerrero, provincia Duarte.

Asimismo, Julia Báez Vda. Russo, Espaillat; Elsa Luna de Grullón, Dajabón; Olga Mera Vda. Espaillat, Santiago; Cecilia García Bidó, Azua; Fidias Celeste Vólquez de Hernández, Independencia; Armida Pratts de Gómez, Barahona; Melania Arias de Peralta, Santiago Rodríguez; Alejandrina Domenech de Mañé, Valverde; Altagracia Acosta Vda. Féliz, Samaná; Luisa América Perdomo de Fernández; Pedernales; Ozema Medina de Rodríguez, Bahoruco; Mercedes Leger, San Cristóbal; y Mariana Bobadilla de Jacobo, por la provincia de El Seibo.

La más joven: 24 años

Según las referencias de Mercado, la gobernadora de San Pedro, Clara Luna de Castillo, fue la más joven del grupo con apenas 24 años de edad, se identificó en las luchas por la rehabilitación del puerto, la construcción de un hospital público y crear fuentes de empleos.

De su lado, Olga Mera Vda. Espaillat se propuso mejorar los hospitales y la apertura de fuentes de trabajo en Santiago. Prometió gobernar “con el pueblo de Santiago y para el pueblo de Santiago” y que dentro de sus metas estaba crear una política de paz y unión entre todos, sin distingos políticos.

La agricultura y la ganadería

Varias gobernadoras asumieron como el centro de sus actividades defender la agricultura y la ganadería, incluidas obras de interés en esos sectores para entonces clave en el desarrollo de la nación.

Fue el caso de Mariana Bobadilla de Jacobo, quien se identificó con la intensificación de la agricultura y la ganadería de El Seibo. Garantizó la apertura de caminos vecinales y el mejoramiento de todos los municipios de esa provincia.

El relato de Mercado destaca que a gobernadora de San Francisco de Macorís, Juana Castellanos de Guerreo, se comprometió a cambiar el estilo de vida de las clases pobres de toda la provincia, “facilitándoles al campesino los medios necesarios para el desarrollo de sus labores agrícolas y ganaderas”.

Dentro de los proyectos de Altagracia Armida Pérez Vda. Báez, de Peravia, estuvo arreglar los caminos de su provincia, construir varios puentes y ayudar a los agricultores. También estaba en sus planes la campaña de alfabetización en la zona rural y urbana.

Entretanto, Altagracia Acosta Vda. Félix trabajó en una amplia obra de alfabetización en Samaná e impulsó la agricultura y la ganadería.