El virus de la gripe, aunque muy común, no es inócuo. Una semana en la cama, con fiebre, dolor muscular y malestar general, es, de hecho, el menor de los males que esconde este microorganismo. En colectivos de riesgo, como los ancianos con varias patologías, enfermos crónicos o inmunodeprimidos, el virus de la gripe puede generar complicaciones con mal pronóstico. Un estudio del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) ha cuantificado que la mortalidad crece un 41% en las épocas de epidemia de gripe. Sobre todo, en mayores de 65 días.

El CatSalut ha analizado los datos de la epidemia de gripe de 2017 y ha constatado que la tasa de mortalidad en los mayores de 84 años asciende a los 32 casos semanales por cada 10.000 personas en temporada de gripe. Sin embargo, en el período libre de epidemia esta tasa es de 20 casos semanales.

Precisamente, por la amenaza de complicaciones a causa del virus de la gripe, el Departamento de Salud y los profesionales sanitarios insisten constantemente en las bonanzas de la vacunación. Aunque la vacuna de la gripe no sea la inmunización más efectiva del calendario vacunal (las cepas del virus mutan mucho y no siempre se acierta con la fórmula y el microorganismo que circula cada temporada), es la mejor prevención para sortear el contagio o, en su defecto, minimizar su impacto.
En la temporada de gripe de este año, la red de vigilancia de los hospitales centinela —que monitorizan la evolución del virus— detectó 32 casos graves. Estos se suman a los otros 827 registrados desde el inicio de la temporada gripal el pasado octubre. De ellos, el 74,3% no estaba vacunado.

La mortalidad, con todo, no es lo único que crece en la temporada de gripe. El uso global de los servicios sanitarios también aumenta en todos los dispositivos disponibles. Las urgencias hospitalarias, que cada año regalan escenas de pacientes en los pasillos y colas de ambulancias en las puertas, también crecen un 47% durante la gripe, según el estudio. En temporada epidémica, la tasa semanal de visitas pasa de 7,7 a 11,3 atenciones por cada 1.000 habitantes.

Las visitas a los centros de atención primaria y la actividad de los equipos de atención domiciliaria también crecen (un 8,6% y un 39%, respectivamente). En este escenario, Salud ha desplegado otros equipos especializados para atender la cronicidad y la fragilidad, como los equipos de apoyo integral a la cronicidad para atender a ancianos con dolencias crónicas y más vulnerabilidad social.

La epidemia de gripe de esta temporada responde también al perfil descrito en el estudio del CatSalut. La tasa de incidencia en Cataluña se ha situado esta semana en los 253 casos por cada 100.000 habitantes, lo que significa que la epidemia continúa su tendencia a la baja tras el pico máximo registrado hace dos semanas, cuando alcanzó los 329 casos.