Es medio día y en la fábrica de casabe de Cándida Mercedes Castillo, conocida en Monción como Doña Mechi, los empleados ya se van a sus casas, habitualmente el horario era hasta finalizar el día, pero la realidad ha cambiado, no hay yuca amarga, la materia prima del casabe, y en las pequeñas industrias se produce un 20 o 30% de la producción regular.

Las deudas se acumulan y los ingresos disminuyen, Doña Mechi ha tenido que acudir a la banca y lo que tiene guardado para poder pagar el sueldo a los 10 trabajadores fijos de su empresa, “yo he tenido que buscar 2 millones de pesos para poder resolver, de los ahorros y prestado”, cuenta.

Pero la situación se extiende por los distintos productores de la zona, “hay fábricas que trabajan dos días a la semana con la poquita yuca amarga que aparece, a veces no es buena», asegura Paulino Peralta, presidente de los productores de Casabe de Santiago Rodríguez.