Cuesta creerlo, pero ya han pasado tres años y medio desde que Paul Walker falleciera en un fatídico (y evitable) accidente de coche.

El actor, de 40 años, dejaba con su muerte una hija pequeña que, por aquel entonces, acababa de cumplir 14 años. Un duro golpe para una joven que heredaba una fortuna de 40 millones de dólares, pero perdía a un padre que la adoraba. La joven Meadow Walker pasó de un confortable anonimato, a ser el centro de los focos, algo que no le ayudó a superar la muerte de su progenitor.

Aconsejada por sus abogados, Meadow Walker decidió demandar a Porsche, alegando que fue un fallo del coche y no el exceso de velocidad, lo que provocó el mortal accidente. No hubo manera. Las pruebas demostraron que fue una imprudencia del actor la que causó el incidente. Desde esa sentencia, a finales de 2015, Meadow Walker había desaparecido de la vida pública.

La joven tan sólo se ha dejado ver en contadas ocasiones, cuando ha acudido a algún actor benéfico de The Paul Walker Foundation, la fundación que ella misma creó para recordar a su padre. Con ella busca dar soporte económico y becar a estudiantes interesados en mejorar la sociedad del futuro e investigar el mundo marino. Dos de las pasiones de Paul Walker.

Algo más de año y medio más tarde, la joven ha reaparecido. Lo ha hecho a través de su cuenta de Instagram, convertida en una preciosa joven de 17 años, que inicia su carrera como modelo.

Meadow Walker acaba de firmar por la conocida agencia de modelos Women’s Management en Nueva York, por la que han pasado tops como Cara Delevingne o Natasha Poly.

Que la reaparición ha sido un éxito, lo dicen los 91.300 me gustas que lleva la foto. Nada mal para una cuenta con 1,3 millones de seguidores, pero tan sólo seis fotos. A buen seguro que el número irá aumentando en los próximos meses.