La ciudad de Santo Domingo ha estado desde ayer bajo “resaca de Nochebuena”, después de una noche de derroches de comidas, bebidas y fiestas.

El tradicional bullicio en calles y avenidas de la urbe capitalina desapareció, y hasta el mediodía de ayer estaban semidesoladas, el transporte urbano escaseó y los establecimientos comerciales cerrados, incluyendo las plazas.

Y fue que las fiestas de Nochebuena se extendieron hasta altas horas de la madrugada, después de la tradicional cena donde las comidas y las bebidas abundaron, llevando incluso a muchos dominicanos a los hospitales debido a los excesos.

Los que muchos no dejaron perder fue la tradición de “estrenar en Navidad”, al igual como se hace el Día de Año Nuevo.

La noche de cada 24 de diciembre los dominicanos mantienen la tradición de vestir ropas nuevas.

Es por eso que durante un recorrido por los barrios de la parte alta de la ciudad, se observaron en algunas tiendas, sobre todo las que venden ropas deportivas a jóvenes que se apuraban en comprar  “sus pintas”, o sea tennis, jean, T-shirt deportivo, y gorras para “romper ojos”, esa noche.

Colmados y trasnochao

Otra manifestación tradicional que se observó fue las bebidas en los colmados y patios o en la parte frontal de las viviendas de muchos que siguieron “bolao” con la parranda que inició en Nochebuena. En las casas ayer se comía el tradicional “trasnochao”, o sea, comida calentada de la noche anterior.

En la parte céntrica de la ciudad, la situación era distinta a los barrios, ya que los supermercados, tiendas por departamentos, salones de belleza y la mayoría de las farmacias estaban cerrados para facilitarle a sus empleados un pleno disfrute de la Navidad. Las estaciones del transporte privado informaron que mantenían sus servicios normales e indicaron que el flujo de pasajeros siempre disminuye cada 25 de diciembre de cada año.

Las actividades comerciales e industriales se reanudan este miércoles. La docencia en los centros educativos privados y públicos están suspendidos hasta principio de enero del 2019. La vigilancia policial y militar ha sido reforzada tanto en el centro de la ciudad como en urbanizaciones, barrios y complejos de apartamentos, para evitar la ocurrencia de hechos delictivos.