Pide ser pensionado de manera justa para poder vivir tranquilo sus últimos años.

Por Miguel Angel Solano
San Cristóbal, República Dominicana.- Un hombre de avanzada edad residente en el distrito municipal de Hatillo de esta provincia, expresó ser desafortunado por trabajar durante décadas en la alcaldía municipal como obrero, desde la época de Rafael Leonida Trujillo y hoy en día también vive de la ventas de periódicos viejos recolectados para poder susistiil
Juan Bautista Mateo es padre de tres (3) hijas y nueve (9) nietos dijo residir en dicha localidad a unos pasos de la construcción de una nueva iglesia cerca del cementerio municipal en una pequeña casita de madera, recordó ser carretero en la época.
Dijo que trabajó para el departamento de sanidad gobierno municipal del entonces ex alcalde fenecido Arturo Unibe al que califico de hombre serio y bueno al igual que la señora Pastora Nivar funcionarios de la época acción que aún ocupa.
Orgullo.
«Fuis policía en la época del Trujillo, si la policía fuese hoy como en esa época «yo hoy fuera general» Dijo cabizbajo pero con orgullo.  «al enterarme de la muerte del jefe (Rafael Leonida Trujillo) barría una de las calles del pueblo abajo», «cuando las viviendas eran pocas en referencia a las que hoy existen que son muchas con barrotes de hierros y nadie se conoce ni se saluda». Existía la humildad y sinceridad en la gente no tanto odio y rencor, acotó.
Muy enardecido y con mirada centrada en la miseria vista a través de su mirada manifestó que aún espera ser pensionado, gano un sueldo de RD $3,500.00 pesos lo que calificó de vergonzoso;  no tenemos seguro de vida acotó Juan.
Al preguntarle Noticias SC: con quien vive? dijo «Vivo sólo en un pequeño rancho de tabla, cocino en un fogón con lo poco que se encuentra, al vender periódico viejos para poder obtener algunos RD $50 pesos diario y algunas monedas que allegados me dan o desconocidos que al verme me regalan».
Juan Mateo el longevo que con cara de humildad, periódicos recolectados en brazos como si abrazara un gran tesoro, un machete boto  parecido a un punal dentro de una baqueta desgastado por los años de tanto afilar en la cintura, expresó que no recuerdar su edad, que al patentar por su piel como estrías aparenta los 85 a 90 años de edad.
Con una vestimenta con sombrero de pana, camisa de cuadro de color azul, el olor a sudor acumulado del trabajo diario que a través de los años es bastante notable acompañan a Juan inspirado en la fé de vivir mejor y en una casa digna.
Se espera de este trabajador de escaso recursos económicos que a simple vista con salud física y mental reciba una ayuda metálica por parte de las autoridades gubernamentales o del sector empresarial para  que en estos últimos años de vida Juan puedan ver su vida hecha realidad de vivir como un verdadero ser humano.

Fue entrevistado en Centro Plaza San Cristóbal.